El Banco Central de la República Argentina (BCRA) repuso la restricción cruzada que impide operar simultáneamente en el mercado de cambios oficial y en los dólares financieros. La medida ya estaba vigente para empresas, pero ahora también rige para “personas humanas”.
A través de la comunicación “A” 8336, la autoridad monetaria determinó que cuando una persona o empresa quiera comprar dólares al tipo de cambio oficial, deberá firmar una declaración jurada comprometiéndose a no vender dólar MEP o CCL durante tres meses.
Hace apenas una semana el Central había establecido la misma restricción para accionistas de empresas financieras con participación mayor al 5%, directores de las mismas, síndico o integrantes del Consejo de Vigilancia, y/o parientes cercanos a las personas mencionadas anteriormente.
Según fuentes del mercado, esto estuvo dirigido fundamentalmente a directivos de sociedades de Bolsa que, al contar con grandes patrimonios y cuentas en el exterior, podían estar poniendo sus propios Cuit para comprar dólares al tipo de cambio oficial y luego con esas divisas generar oferta en los financieros, maniobra que le permitió a varias compañías cancelar deuda a un tipo de cambio muy similar al mayorista.
Estas últimas medidas se tomaron para frenar el “rulo” impulsado por grandes actores del mercado. Fuentes oficiales señalaron que no están vinculadas con un pedido del Tesoro de Estados Unidos, una especulación que había comenzado a circular luego de que se conociera la normativa.
Federico Furiase, mano derecha del ministro de Economía, Luis Caputo, explicó en la red social X que la medida del BCRA no impide que las personas humanas compren dólares para ahorrar en el MLC. “Pueden comprar los que su situación patrimonial les permita, lo que no permite es que con esos dólares abastezcan el mercado de dólares financieros”, acotó.
Un reflejo del rulo que el gobierno quiere cortar es que, desde la flexibilización del cepo en abril, el 47,5% de la Formación de Activos Externos (FAE) se dio por operaciones contra cuentas del exterior.
Previo al reciente salvataje del gobierno de EEUU, un informe de PxQ había advertido que el gobierno se iba a encontrar ante serias dificultades para defender el techo de la banda, “puesto que el precio del dólar paralelo no funciona como válvula de ajuste” y “en una situación de corrida, los u$s 14.000 millones del FMI no solo deben enfrentar la demanda encepada en el oficial, sino también la demanda libre en el paralelo”.
Al limitar esta maniobra, el gobierno pretende reducir la demanda de divisas en el MLC pero, al mismo tiempo, probablemente verá un incremento en la brecha cambiaria.
“El resumen de la medida es que el mercado de cambios volvió a estar segmentado, para sacar demanda del segmento oficial e impedir arbitrajes. Eso es más brecha y la brecha es más presión sobre los productores locales de transables. Es anti producción. La razón es no haber comprado reservas cuando se debía por forzar el esquema de bandas”, expresó Gabriel Caamaño, director de la consultora Outlier.
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El 14 de abril pasado se eliminó el cupo de u$s 200 para la compra de “personas humanas” en el mercado oficial de cambios y las restricciones cruzadas que las mismas tenían para operar simultáneamente en el MLC y en los financieros. Para este segmento solo permaneció el 30% de recargo para el turismo y las compras con tarjeta de crédito en el exterior.
Mientras tanto, para las empresas solo se flexibilizó el cepo, dado que permanecieron los límites a la compra para atesoramiento, el parking y las restricciones cruzadas.
En paralelo, se les permitió el giro de dividendos sin previo aviso para ejercicios comenzados desde el 1º de enero pasado, por lo cual recién en 2026 comenzaría ese flujo a demandar divisas. Para dividendos retenidos previos a 2025 y para la deuda de importadores previa a diciembre de 2025 se comenzaron a emitir Bopreales.
La brecha cambiaria revivió tras las nuevas restricciones del BCRA
Los dólares financieros se dispararon hasta casi 5% y la brecha con el tipo de cambio oficial alcanzó los dos dígitos, luego de que el Banco Central (BCRA) volviera a imponer restricciones para los ahorristas que operen en el mercado cambios, con el fin de desactivar un “rulo financiero” y cuidar las reservas.
Mediante la comunicación “A” 8336, el BCRA reinstauró la denominada restricción cruzada, que establece que las personas humanas que compren dólares oficiales no podrán vender al MEP o contado con liquidación por los siguientes 90 días.
Conocida la medida, el dólar MEP comenzó a tomar vuelo y trepó 3,7% a $ 1.431,44, mientras que el CCL se disparó un 4,8% a $ 1.470,23. De esta forma, la brecha con el tipo de cambio oficial se amplió al 8% y 10,9%, respectivamente, máximos desde la liberación del mercado cambiario en abril pasado. A su vez, el dólar blue trepó $ 5 a $ 1.415 para la venta en las cuevas porteñas. En Rosario cerró a $ 1.455.
En cambio, el dólar dólar mayorista oficial cayó 10,1% en la semana y cerró a $ 1.326, su nivel más bajo desde fines de agosto. Por otro lado, el minorista cerró a $ 1.364,73 para la venta en el promedio de las entidades financieras que publica el BCRA. En tanto, en el Banco Nación (BNA), el billete lo hizo a $ 1.350 para la venta. El dólar tarjeta o turista, equivalente al dólar oficial minorista más un recargo del 30% deducible del Impuesto a las Ganancias, se ubicó a $ 1.755.
Los contratos de dólar futuro cerraron con bajas de hasta el 1,6%. El mercado “pricea” que el tipo de cambio mayorista a finales de septiembre será de $ 1.334, y que en diciembre llegará hasta los $ 1.517, lo que supera el techo de la banda.
La situación del cupo completo comenzó a ser aprovechada por el Tesoro, dado que se vio reflejado en la variación de las reservas , que c treparon en u$s 1.889 millones a u$s 41.238, luego de que el Tesoro retomara compras por cerca de u$s 1.340 millones.
El miércoles Arca comunicó que se dio por cerrada la ventana de “retenciones cero” porque se alcanzó el tope de u$s 7.000 millones en apenas tres jornadas. Así, la liquidación de los agrodólares, subió con fuerza frente a los días previos: el martes 23 se liquidaron u$s 288 millones y el miércoles 24, u$s 534 millones de dólares, según fuentes del mercado.
Esta mayor oferta hizo caer con fuerza el spot, pero, a contramano, los futuros se dispararon. El economista Gabriel Caamaño, de Outlier, informó que se registraron casi u$s 2.800 millones en el volumen operado el jueves, “con subas en todos los contratos e implícitas que, se acomodaron por encima de 50% anual”.