En el mural que pintaron en su homenaje en salón de actos de la Eempa N° 1.256 Julio Maiztegui ella mira fijo, con una media sonrisa en el rostro. Su pelo negro enrulado, un saquito azul y entre sus brazos una carpeta escolar anillada donde se lee: Centro BAPA N° 145. Ángela Buitrón de Isnardi. Primera promoción. 1976. Ángela era alumna de quinto año de un bachillerato para adultos (hoy Eempa) de Rosario, cuando en agosto del 76 una patota de la dictadura la secuestró de noche en su casa de Montevideo al 300, donde estaba su esposo y sus dos hijos. La estaban esperando allí, a la hora en la que salía de la escuela. En un emotivo acto, la Dirección Provincial de Educación de Adultos realizó un homenaje como forma de reparación histórica a la trayectoria de la estudiante desaparecida de Rosario.
Ángela Esther Buitrón nació en junio de 1931 Rosario y en 1974 se había anotado para cursar en el bachillerato para adultos que empezó a funcionar en el edificio de la Escuela de Relojería Crisol, que entonces funcionaba en Entre Ríos al 1400. Un año antes, con la reapertura democrática y a instancias del entonces ministro de Educación de la Nación, Jorge Taiana, se le había dado impulso a la Dirección Nacional de Educación para Adultos (Dinea). Una política que en Santa Fe se tradujo en el surgimiento de los bachilleratos libres para adultos. Ángela estaba entusiasmada porque la modalidad de un cursado acelerado le iba a permitir obtener en poco tiempo su ansiado título secundario. “Ángela pertenecía a la primera promoción de bachiller libre del centro 145, cursaba regularmente sus estudios con notas sobresalientes, que demostraban su interés y vocación por cumplimentar tal vez un sueño postergado, como el de miles de argentinos en ese momento”, destacaron de la Dirección de Adultos. En su legajo escolar se puede ver que sus notas eran todas entre 8 y 10.
Pero octubre de 1975 el terror iba a golpear con fuerza a la familia de Ángela, cuando su hermana Antonia Mercedes (Chiche) fue asesinada por un grupo parapolicial de la Triple A. Antonia era licenciada en filosofía y estudiante de psicología de la UNR.
buitron (6).jpg
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
Un día de justicia
Tal como señaló Lucia Salinas, directora provincial de Adultos, la historia de Ángela llegó al Ministerio de Educación tras el requerimiento de la Justicia Federal. Es que con la dictadura llegó el cierre de los bachilleratos para adultos, y las trayectorias y legajos de todos los estudiantes de la N° 145 fueron a parar a la Eempa N° 1.256, que se transformó así en custodia de esa documentación. Fue así como tomaron conocimiento de que había una alumna de Eempas que figuraba en la lista de los desaparecidos.
Por eso el acto realizado el pasado 30 de agosto en la Eempa N° 1.256, de Sarmiento al 300, sirvió para que la comunidad educativa pueda gritar “presente” a la memoria de Ángela. Casi al principio del homenaje, un grupo de alumnos realizó una dramatización. Sobre el escenario, cada uno sentado en su banco mientras una profe pasaba lista. Gloria, Mirta, Susana, Víctor, Rolando. Después de cada nombre se escuchaba “presente”. Cuando llegó el turno de Ángela, el silencio y un banco vacío.
buitron (1).jpg
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
En el acto realizado en homenaje a Ángela Buitrón, Alberto Neirot (coordinador general de Diseño Curricular de Adultos) destacó la gestión e impulso que le dio Jorge Taiana a esta modalidad de la enseñanza. También estuvo presente la edila Jésica Pellegrini (Ciudad Futura) quien adelantó que, en el marco del programa Baldosas por la Memoria, rendirán un homenaje a la estudiante desparecida con la colocación de una baldosa en el frente de la Eempa 1.256. Por su parte, Susana Nadalich e Ingrid Schegtel (del Programa Educación y Memoria de Santa Fe), presentaron los Cuadernos Memoriosos y destacaron la importancia de la escuela como espacio para trabajar en las aulas acerca de lo que significó la dictadura en la Argentina.
buitron (4).jpg
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
Isabela Luz Militano Isnardi tiene 17 años, es alumna de la Nigelia Soria y nieta de Ángela, y también estuvo presente en el acto. Allí la directora provincial de Adultos le entregó el diploma de egreso de la Eempa de su abuela desaparecida. “Esto es una forma de reparación histórica y en memoria de los 30 mil desaparecidos”, destacó Lucía Salinas.
“¿Qué implica ser familiar de una desaparecida? Creo que todo está guardado en la memoria. Y este acto es reivindicar que somos descendientes de la historia de esa persona. Enorgullece el poder estar presente en este homenaje”, dijo la joven, quien contó que desde muy chica está involucrada con la historia de su familia.
image (1).jpg
Lucía Salinas (directora provincial de Adultos), junto a Isabela Militano Isnardi, nieta de la estudiante desaparecida.
“En Ángela se corporizan y simbolizan los sueños de miles de adultos y jóvenes que hoy de manera tenaz y con férrea voluntad siguen cursando en nuestras aulas, ejercitando su derecho a estudiar”, destacaron desde Adultos provincial. Sobre el final del acto, se descubrió el mural realizado por Javier Giménez, artista plástico y asistente escolar. Y como acto de reparación, se volvió a decir en voz alta el nombre de Ángela. Pero esta vez no hubo silencio, sino un fuerte grito de “presente, ahora y siempre”.
image (2).jpg
La figura de Ángel Buitrón, presente en el mural realizado por el artista plástico Javier Giménez.