En la entrada, un recipiente lleno de pilas viejas y una mesa con libros ofrece una doble invitación: a cuidar el medio ambiente y a leer. La propuesta se exhibe justo en la esquina de Pavón y Regimiento 11, en el ingreso de la Biblioteca Popular Primera Ambiental y Ecológica de Rosario. El espacio que esta semana se suma a la sección “El tesoro de mi barrio” del suplemento Educación.
Nació como ninguna otra, vinculada a un proyecto educativo medioambiental. Una característica que perciben como su tesoro, por hacerla única en su tipo en la ciudad, y comprometerla con todas aquellas actividades que tengan que ver con la ecología. “Después de la pandemia, la comisión directiva decidió que la biblioteca debía dejar de ser puramente receptiva para empezar a salir a la calle, expandirse y vincularse con las otras instituciones del barrio”, cuenta su vicepresidente Héctor Nucifora, quien reconoce que el espacio floreció en los últimos años con una pluralidad de propuestas que se concretan tanto dentro como fuera de la biblioteca popular de Saladillo.
Desde el sur
La Primera Ambiental nació en 1993 del compromiso de un grupo de vecinos y docentes con el medio ambiente. Su nacimiento da cuenta de una amplia red de relaciones entre instituciones y espacios comunitarios en el sur de la ciudad, y de un interés sostenido en promover y concientizar en la temática.
La historia de esta iniciativa se remonta a 1992, cuando la Facultad Latinoamericana de Ciencias Ambientales, a instancias de María del Carmen Asegurado, invitó a la Escuela Nº 775 Víctor Mercante a participar por dos años de un proyecto pedagógico. A partir de esta experiencia, la comunidad educativa de Avenida del Rosario 461 creyó necesario crear una biblioteca popular ambiental referente en la ciudad. En un primer momento, el Club Saladillo cedió solidariamente sus instalaciones para cobijar a sus fundadores. Luego se trasladaron al comedor de la casa de Consuelo González de Navarro y más tarde a un centro de jubilados del barrio. Hasta que en 1998 la familia Coletto Primo concedió en comodato la casa de la calle Serrano 5277 y así la biblioteca abrió sus puertas a la comunidad el 5 de junio de ese año, Día Internacional del Medio Ambiente. En 2002 y gracias a la Fundación Sheila Mckeefry de Irlanda, fue inaugurada oficialmente la sede que hoy recibe a La Capital, situada en Regimiento XI 195.
El espacio no dejó de crecer y en la actualidad cuenta con un archivo bibliográfico de alrededor de 15 mil obras a disposición de sus socios. Entre ellas se destacan ejemplares de antigüedad, como una Constitución Nacional que data de 1949, hasta títulos de actualidad que abarcan diversas temáticas. En sus estantes se encuentran novelas, cuentos, poesías, obras de filosofía, psicología, religión, política y periodismo, libros de física, biología, geografía e historia.
Además del trabajo profesional de una bibliotecaria, la Primera Ambiental cuenta con el aporte voluntario de seis personas que cubren la atención al público y las tareas administrativas. Quienes conforman la comisión directiva no solo ejercen las tareas de decisión y manejo de la biblioteca, sino que también se involucran como voluntarios en cada uno de los proyectos que se llevan a cabo.
79436383.jpg
Desde 2002 la sede del espacio cultural se encuentra en la calle Regimiento XI 195.
Celina Mutti Lovera
Anclada a la comunidad
El funcionamiento de la entidad está enmarcado en un proyecto al que llamaron “Leer un libro nos hace libres”. Un documento elaborado de forma colectiva que tiene como meta intensificar la interacción con todas las instituciones educativas de la zona sur de Rosario y hacer de la biblioteca un espacio de encuentro y participación de los vecinos y vecinas.
Entre los proyectos más ligados a su objetivo fundacional, se destaca el taller de huerta familiar. Se trata de un espacio de aprendizaje organizado en forma conjunta con el Centro Agroecológico de Rosario, en el que se enseñan cultivos estacionales, plantas aromáticas y su utilización medicinal. Además, en los últimos tiempos la biblioteca trabajó en temas como el agua como bien común, residuos patológicos, energía y compost, y están planificando una jornada de avistajes de aves.
En un recorrido por la casa de Pavón y Regimiento XI, el vicepresidente de la institución muestra la bebeteca. Un rincón especialmente diseñado para que los mas chiquitos tengan su primer encuentro con los libros. “En este espacio, que también se lleva en forma itinerante a los jardines de infantes del barrio, los adultos pueden acompañar a los pequeños en la lectura de sus primeros libros”, explica el vicepresidente de la institución y afirma que cuando la lectura compartida es una experiencia placentera, los niños piensan en los libros y en la lectura de manera positiva y que esto los ayudará a prepararse para sus próximas exigencias escolares.
79436379.jpg
Celina Mutti Lovera
La Primera Ambiental ofrece una multiplicidad de talleres educativos y recreativos a sus visitantes. A los talleres literarios, de yoga, italiano, telar, manejo de celular para adultos, dibujo y pintura, se suman el ciclo de cine y el de paseos por la ciudad, con el que realizaron recorridos por el Acuario, museos y el teatro El Círculo.
Andrea Ocampo conduce el taller literario, al que define como un espacio de creatividad y crecimiento. “A partir de lecturas, juegos e intercambios, aprendemos de manera colaborativa. La idea del taller es producir textos propios explorando géneros y autores, disfrutando de la lectura y de los diferentes procesos de escritura”, explica. Por su parte, el profesor de italiano Norberto Forgione, hace hincapié en los lazos afectivos que desde 2016 la biblioteca le dio la oportunidad de generar a través de su taller. “Hoy puedo decir que somos como una familia. Los cursos de distintos niveles destinados a estudiantes adultos reúnen a personas muy cálidas, siempre predispuestas a aprender e interactuar en un ambiente de camaradería, diversión y sobre todo de mucho interés por la lengua y la cultura italianas”, afirma, y destaca la labor de la comisión directiva y los voluntarios de la biblioteca que hacen posible la realización de estos espacios de aprendizaje.
Desde una mirada inclusiva, también aloja y acompaña a los usuarios de las instituciones terapéuticas Sol Naciente y Abriendo Caminos. Y con la meta de ser una biblioteca de puertas abiertas, dice presente cada domingo en la Calle Recreativa Zona Sur, donde se instala para obsequiar libros a adultos y niños.