“Volver a mirar el cielo como una forma de conectarnos con la naturaleza y con nuestros antepasados”. Así presenta el Complejo Astronómico Municipal (CAM) su tradicional encuentro de “Atardeceres científicos”. Cuando empieza a caer el sol, la explanada del Observatorio (avenida Diario La Capital 1602) es el escenario de las distintas actividades que con entrada libre y gratuita buscan acercar la astronomía a públicos de todas las edades. Las observaciones siempre acaparan la atención de quienes transitan por la zona dado que invitan a sentarse en el césped o la reposera y proponen mirar el cielo de verano a ojo desnudo, como lo hacían las culturas ancestrales. También se organizan charlas con especialistas, y una peña astronómica cierra cada encuentro.
“Vivimos con mucho entusiasmo cada atardecer, esperando que llegue ese momento para compartir una noche de estrellas. Apagamos un poco las luces y se produce algo muy especial. Una voz invita a reconocer las estrellas y recordar aquellas que quizás nos mostraba nuestra abuela en la infancia como la Cruz del Sur o las Tres Marías, y luego de a poco empezamos a descubrir otras”, explica Sandra Carracedo, coordinadora del Complejo Astronómico sobre esta experiencia que se organiza todos los jueves de febrero a partir de las 19.30.
La astronomía cultural es el hilo conductor de esta tercera edición de “Atardeceres científicos” inspirada en el nuevo proyecto “Semillas cósmicas. Diálogo entre cultivos, ciencias y astros”, que fue seleccionado a nivel nacional en la convocatoria Iniciativas Sustentables 2022 de las Fundaciones del Grupo Petersen.
Este proyecto presentado por el CAM planea incorporar un nuevo dispositivo pedagógico que consiste en la instalación de una huerta comunitaria emplazada en el predio cercano al edificio, y pronto estará funcionamiento como escenario educativo y espacio de encuentro para la comunidad. A modo de laboratorio, permitirá aplicar tecnologías sustentables que vinculen los conocimientos de los pueblos ancestrales, las prácticas biodinámicas y la ciencia.
“Se trata de poner en juego el cuerpo, el rol dinámico de la naturaleza, del universo y el poder transformador de las comunidades”, explica la coordinadora acerca de esta iniciativa que busca generar conciencia en el cuidado del medioambiente y el desarrollo de una cultura alimentaria orientada al consumo de productos biodinámicos.
Sobre la planificación de estas actividades en el CAM, Carracedo define a la astronomía cultural como una disciplina nutrida por muchas otras. “Los astrónomos están formados con esta orientación que se nutre de la arqueología, la paleontología o la sociología. Se establecen relaciones sobre el modo que tenían las culturas de mirar el cielo, cada pueblo se vinculó con el cielo y su entorno natural de manera distinta. Por ejemplo, las 88 constelaciones reconocidas por la Unión Internacional de Astronomía tienen otro nombre y forma según las diferentes culturas”.
Astronomías culturales
Daniel “Yayo” Ekdesman, aficionado a la astronomía y codirector de Proyecto Miradas profundiza sobre este concepto que busca promover una astronomía cercana a la gente y correr el eje de la ciencia dura. “Cuando se estudia el sistema solar como círculos concéntricos en torno al sol, comprobamos que al salir al cielo nocturno no se asemeja en nada, por eso tratamos de barrer esas distancias y simplemente con la vista reconocer el cielo”, dice el especialista.
“La astronomía despierta la imaginación, la creatividad, jugar con las distancias, tamaños y proporciones. Estos nuevos paradigmas que se desprenden nos permiten conocer otras astronomías culturales que implican pluralidad de voces e interpretaciones del cielo y empezar a pensar cuestiones más filosóficas del tiempo, la vida, dónde venimos y hacia dónde vamos”. El comunicador y docente se refiere también a la didáctica de la astronomía científica para encontrar recursos y formas de comunicar la ciencia más plurales, humanistas y sensibles.
El próximo jueves 16, Ekdesman presentará junto a Gabriel Cepeda —artista plástico, ceramista y músico de Granadero Baigorria— “Música y diálogos sobre astronomía cultural y cosmogonía Chaná”. El programa de Aguas Santafesinas conocido como “Aguas Educa” acompaña los “Atardeceres científicos” con un puesto de hidratación a los fines de generar conciencia sobre la importancia del agua potable y su uso responsable. El Mercado de Productores de Rosario también estará presente obsequiando frutas de estación.
Funciones en el Planetario
El CAM retoma las proyecciones astronómicas en su tradicional sala. Los jueves y sábados de febrero a las 19, “Un paseo por el sistema solar” propone una aventura de descubrimientos, desde los inicios y hasta los confines del vecindario galáctico. Planetas rocosos, gaseosos y enanos; anillos, temperaturas extremas, nubes de ácidos; lunas, cometas, asteroides, sondas espaciales y mucho más. Todo en un solo viaje extraordinario por las maravillas del sistema solar. Esta función también tiene una versión adaptada, interpretada en Lengua de Señas Argentina (LSA) y accesible para personas con discapacidades auditivas, sordas e hipoacúsicas.
Los sábados de febrero a las 18, se proyectará “Astrocuentos. Mitos y leyendas de todos los cielos”. Mucho antes de que existieran los libros de papel, el esplendor de la noche estrellada sirvió a los antepasados para ilustrar y transmitir leyendas y tradiciones. Un viaje por los cielos del mundo para contar tres historias sobre estrellas, constelaciones y galaxias, que todavía permanecen escritas en el cielo. Ambas funciones están recomendadas a partir de los 9 años.
Mujeres de ciencia
Desde 2016, cada 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia en reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en el campo científico. La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) definió esta fecha para recordar que “las mujeres y las niñas desempeñan un papel fundamental en las comunidades científica y tecnológica y que su participación debería reforzarse”.
Sin embargo, la 7º Asamblea del Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia advirtió el año pasado que a nivel mundial “las mujeres siguen encontrando obstáculos en el campo de la ciencia”, que representan el 33,3% de todos los investigadores y solo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.