El municipio japonés de Naraha, en la región de Fukushima, volvió a ser oficialmente habitable desde la cero hora de ayer al decretarse la suspensión de la orden de evacuación dada en 2011. Se trata del primer caso de una localidad totalmente evacuada tras el tsunami que provocó el accidente nuclear el 11 de marzo de 2011.
Una ceremonia para marcar el renacimiento del pueblo se celebró por la mañana en un parque, tras una velada con cirios que se desarrolló desde las 18 horas del viernes hasta la madrugada de ayer.
Los antiguos vecinos (7.400 personas repartidas en 2.694 hogares) tenían derecho hasta ayer de volver esporádicamente para preparar el retorno. Pero no podían instalarse de nuevo. Ahora sí.
Según la prensa japonesa, sólo algo más del 10 por ciento se había apuntado a regresar. Un sondeo realizado en octubre del año pasado entre los antiguos vecinos reveló que un 23 por ciento no pensaba volver, 30,5 por ciento no lo había decidido, un 9,6 por ciento estaba dispuestos a regresar y un 36,1 por ciento estudiaría una vuelta en función de las condiciones.
Alcalde. El alcalde de Naraha, Yukiei Matsumoto, dijo que se logró un hito importante. "Nuestro reloj empezó a funcionar de nuevo", declaró Matsumoto durante una ceremonia llevada a cabo en un parque infantil.
"El levantamiento de la orden de evacuación es un paso clave, pero es tan solo el comienzo", manifestó el alcalde.
Matsumoto agregó que el temor a la radiación y a la seguridad nuclear sigue presente, y el pueblo debe recorrer un largo camino hacia la recuperación.
Por ejemplo, el pueblo no tendrá una clínica médica hasta octubre, y el nuevo hospital regional no estará listo hasta febrero del próximo año.
Un supermercado empezó a ofrecer servicio de entrega sin costo en julio, y un centro comercial abrirá sus puertas el año entrante. Aun así, muchos de sus residentes, especialmente quienes no conducen, enfrentan opciones limitadas para cubrir sus necesidades diarias.
A los habitantes se les han proporcionado dosímetros para revisar sus propios niveles de radiación. A fin de aliviar sus preocupaciones, el pueblo también supervisa las 24 horas una planta de filtración del agua, realizando pruebas en busca de materiales radioactivos.
El año pasado, el gobierno levantó la evacuación de sólo algunas áreas de dos pueblos cercanos, Kawauchi y Tamura.
Tras el levantamiento de la orden de evacuación de Kawauchi en octubre de 2014 y Tamura en abril del mismo año, son nueve los municipios de Fukushima en los que permanecen vigentes estas ordenanzas.
El gobierno de Japón planea levantar las órdenes de evacuación sobre las zonas con niveles relativamente bajos de radiación para finales de marzo de 2017.
Las autoridades estiman que el nivel de exposición a la radiactividad de Naraha, situada a unos 20 kilómetros de la central nuclear accidentada de Fukushima Daiichi, vuelve a estar por debajo de 20 milisieverts anuales.
Ese nivel permite en teoría, según el gobierno japonés y organismos internacionales, que los habitantes vuelvan a vivir casi normalmente, aunque la descontaminación no es integral ni perfecta.
Las organizaciones ecologistas se revelan contra estas conclusiones. "El nivel de contaminación es muy variable en esta localidad y según las casas, lo que puede crear tensiones entre las personas", declaró recientemente a la agencia noticiosa francesa AFP Jan Vande Putte, de Greenpeace. Greenpeace tiene activistas en la zona que fiscalizan las acciones.