Seis muertos y al menos diez heridos dejó un violento saqueo y posterior incendio de la alcaldía de El Alto, ciudad vecina a La Paz, incidente que tomó cariz político a días de un referéndum sobre la reelección del presidente boliviano Evo Morales. El deceso de las personas por asfixia por la inhalación de humo, tres varones y tres mujeres que trabajaban en el municipio gobernado por la opositora Soledad Chapetón (Unidad Nacional, UN) se produjo, tras una marcha de vecinos que reclamaban obras educativas. "Tenemos a tres personas fallecidas del sexo masculino y tres del sexo femenino, todos por intoxicación de monóxido de carbono, que no han podido salir" del local que se estaba incendiando, indicó la administradora del hospital Municipal Boliviano-Holandés, Polonia Pinto, a la radio privada Erbol. El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, confirmó que los funcionarios "en su afán de protegerse habrían quedado atrapados en un baño", donde perecieron por asfixia.
Los incidentes estallaron durante una marcha de padres de familia que llegó hasta el municipio. Según Romero, los manifestantes reaccionaron luego de haber recibido baldazos de "agua hirviendo" por parte de empleados municipales. La turba violentó puertas para forzar el ingreso y quemar papeles y muebles en la calle. Las llamas avanzaron lentamente en el interior de las oficinas, ubicadas en un edificio de tres pisos, hasta llenar de humo varios ambientes.
Falta de protección. Varios canales privados de televisión mostraron imágenes de funcionarios del municipio que subieron hasta la terraza del edificio, donde pedían ayuda, mientras otros cruzaban por los techos a casas vecinas. Incluso algunas personas que realizaban trámites y los mismos empleados se descolgaron por las ventanas de la alcaldía para huir del fuego. El temor también hizo presa de los transeúntes, pues la quema de papeles en la calle se hacía muy cerca de una estación de combustible.
La Unidad de Bomberos se desplazó al lugar para apagar las llamas, mientras policías antimotines dispersaron a los manifestantes, principalmente padres de familia de juntas escolares. La alcaldesa Chapetón denunció que la policía no realizó la protección necesaria, pese a los llamados insistentes previos para contar con la presencia de uniformados. Tras varias horas se tranquilizó el lugar, mientras el humo seguía saliendo del inmueble, y los funcionarios municipales sacaban los escombros y los médicos buscaban si habían más heridos o fallecidos. Paredes chamuscadas y con hollín fueron la señal final del trágico incidente.
Acusaciones políticas mutuas. El incidente se produce a días de un referéndum para aprobar una reforma constitucional sobre la reelección del presidente Morales, por cinco años más, cuando concluya su actual mandato en 2020. Las encuestas previas vaticinan un empate técnico con tanto promedio de voto indeciso. Sólo la encuesta para Página Siete y otros tres diarios anticipa el triunfo del "No" por 19 puntos de diferencia (47 a 28 por ciento). Morales tuvo una activa participación en la campaña por el "Sí" en los nueve departamentos de Bolivia.
El incendio y la muerte de funcionarios tomaron un matiz político, tras acusaciones entre oficialistas y opositores. La alcaldesa Chapetón aseguró que ex funcionarios del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), investigados por hechos de corrupción, promovieron el ataque, para quemar papeles y documentos que los involucraban en supuestos hechos de corrupción.
Tras la versión de la jefa municipal, el viceministro de Interior, Marcelo Elío, aseguró que se trató de "un autoatentado" y afirmó que legisladores de Unidad Nacional (UN), partido del empresario y ex candidato presidencial Samuel Doria Medina, estuvieron incitando los desmanes.
Correa denuncia campaña sucia
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció ayer que está en marcha en Bolivia una “campaña sucia” contra su colega Evo Morales, a fin de que pierda el referéndum del domingo sobre su posible reelección. “Miren lo que están haciendo con el hermano Evo para el referéndum de este domingo, le han sacado tráfico de influencias, etc., los que conocemos a Evo Morales sabemos que es la última persona en el mundo en caer en esas corruptelas”, señaló Correa.
La tercera reelección, en la cuerda floja
La actual campaña para el referéndum del domingo subió de tono el 5 de febrero, después de que el periodista Carlos Valverde revelara que Evo Morales tuvo un tercer hijo con una joven de 19 años que ahora es gerente comercial de la empresa china CAMC Engineering, que se adjudicó siete obras públicas por un valor de 4.000 millones de bolivianos (560 millones de dólares).
El Congreso de Bolivia creó una comisión para investigar los millonarios contratos suscritos entre el gobierno y la empresa china. La comisión parlamentaria, integrada por oficialistas y opositores, surgió tras el pedido que hiciera la semana pasada el mismo Morales, quien solicitó al Congreso y a la Contraloría General que investiguen si hubo tráfico de influencias.
Morales negó haber favorecido a Zapata para que la firma asiática se adjudicara contratos, como la construcción de una planta de litio, una fábrica de azúcar, una planta hidroeléctrica y una carretera, entre otros. Afirmó además que el bebé murió a poco de nacer y señaló que no había tenido más vínculo con Gabriela Zapata desde 2007, tras la muerte de lo que para el presidente era su tercer hijo. Sin embargo, en las redes sociales aparecieron fotos del carnaval de 2015 donde la empresaria aparece junto a Morales. El mandatario admitió que existió ese encuentro. Evo, de 56 años, es soltero pero tiene un hijo y una hija (Eva Liz y Alvaro) de madres distintas. Morales, que en numerosas ocasiones ha dicho que está “casado con Bolivia”, reiteró que ha desistido de contraer matrimonio porque su trabajo como sindicalista y político supone un riesgo para su familia. Recientemente, Zapata publicó en las redes su admiración por el mandatario.
El caso estalla a días del referéndum para reformar la Constitución y permitir a Morales que postule a una nueva reelección (la tercera), para el período 2020-2025. La oposición pidió que se investigue a Zapata y al mismo Morales, para aclarar qué ocurrió, mientras el oficialismo retrucó que se hará todo para que el asunto se aclare. Para el Ejecutivo, el caso CAMC-Zapata forma parte de un complot orquestado por Estados Unidos, que utilizó para esos fines al periodista Valverde, para dañar la imagen de Morales y afectar los intereses chinos en Bolivia y la región.