La Justicia brasileña ordenó la suspensión inmediata de las obras de construcción de una gigantesca planta hidroeléctrica en la Amazonia, la polémica central de Belo Monte, destinada a generar hasta 11.223 megavatios de energía.
La Justicia brasileña ordenó la suspensión inmediata de las obras de construcción de una gigantesca planta hidroeléctrica en la Amazonia, la polémica central de Belo Monte, destinada a generar hasta 11.223 megavatios de energía.
En la decisión publicada ayer, el magistrado Antonio Souza Prudente, del Tribunal Regional Federal (TRF), acepta los argumentos del Ministerio Público, que cuestionó la viabilidad ambiental del principal proyecto energético del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), lanzado en la década pasada por el entonces presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Prudente sostiene que el gobierno no puso en marcha los prometidos programas de educación ambiental, ni tampoco tomó medidas para preservar la fauna acuática y para monitorear el impacto socioeconómico del proyecto: "Están atropellando la legislación y haciendo lo que quieren en Belo Monte", sostuvo.
En su fallo, el juez también prohíbe la transferencia de recursos para el proyecto por parte del organismo estatal de fomento, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), hasta que sean cumplidas todas las exigencias para la continuación de la plante hidroeléctrica, que está siendo construida por el consorcio privado Norte Energía.
"Nadie está en contra de las hidroeléctricas, ni del progreso del país, ni tampoco del PAC. Pero las empresas tienen que cumplir la legislación ambiental brasileña. Es un tema de soberanía. Si no, demostraremos que somos tierra de nadie. Y el mundo entero está vigilando esta planta", agregó Prudente en su fallo de 24 páginas, publicado por el diario O Estado de Minas. El proyecto de Belo Monte enfrenta duras críticas de ambientalistas y de las poblaciones aborígenes de la región, que en reiteradas ocasiones ocuparon durante varios días el lugar de las obras y obligaron a suspender el desarrollo del proyecto, cuyo costo es estimado en 25.800 millones de reales (unos 11.700 millones de dólares).