El reconocido director de orquesta británico Edward Thomas Downes y su esposa Joan terminaron
con sus vidas luego de viajar juntos a la clínica de suicidios asistidos Dignitas, en Suiza,
dijeron ayer sus hijos en un comunicado, publicado por la página web inglesa BBC Mundo.
Downes, quien disfrutó de una larga y distinguida carrera en el Royal
Opera House y con la orquesta Filarmónica de la BBC, “tenía 85 años cuando murió y estaba
casi ciego y cada vez más sordo”, según dijeron su hijo Caractacus y su hija Boudicca.
Su esposa Joan, una ex bailarina de ballet y luego asistente personal de
Downes, tenía 74 años y sufría de una enfermedad terminal, según el agente del director, Jonathan
Groves.
“Tras 54 años felices juntos, decidieron poner fin a sus vidas en
lugar de continuar lidiando con graves problemas de salud”, dijeron.
“Murieron pacíficamente, y en las circunstancias que ellos
eligieron, con la ayuda de la organización suiza Dignitas, en Zurich”, contaron los hijos. La
pareja falleció el viernes último.
“Ambos vivieron plenamente y se consideraron extremadamente
afortunados de haber vivido sus vidas de forma tan gratificante, tanto profesional como
personalmente. Nuestros padres no tenían creencias religiosas y no habrá funeral”, añadieron.
“La pareja murió tranquilamente y bajo las circunstancias que
ellos mismos eligieron”, abundaron.
“Nuestro padre tuvo una larga, vigorosa y distinguida carrera como
director de orquesta”, añadió su familia.
“Nuestra madre, que tenía 74 años, comenzó su carrera como
bailarina de ballet y posteriormente trabajó como coreógrafa y productora de televisión, antes de
dedicar los últimos años de su vida a trabajar como la asistente personal de nuestro padre”,
recordaron.
“Ambos vivieron sus vidas al máximo y se consideraban
extremadamente afortunados de haber vivido unas vidas tan gratificantes, en lo personal y en lo
profesional”, agregaron.
Por su parte, un portavoz de la policía indicó que las muertes estaban
siendo investigadas debido a que el suicidio asistido es ilegal en el Reino Unido.
Al menos 115 personas del Reino Unido han viajado a Suiza para morir
pero hasta ahora nadie ha sido procesado judicialmente.
Según el corresponsal de la cadena televisiva BBC, Rob Norris, el
suicidio asistido es ilegal en todo el mundo, excepto en Suiza, Bélgica, Holanda y en el estado de
Oregón, en los Estados Unidos.