Las ex novicias Nélida Fernández y Susana Acosta, condenadas a 20 años de prisión por el asesinato de la docente Angela Beatriz Argañaraz, contrajeron ayer matrimonio en el penal de mujeres donde están alojadas desde 2009, en Tucumán.
Las ex novicias Nélida Fernández y Susana Acosta, condenadas a 20 años de prisión por el asesinato de la docente Angela Beatriz Argañaraz, contrajeron ayer matrimonio en el penal de mujeres donde están alojadas desde 2009, en Tucumán.
En la puerta de la prisión, ubicada en la localidad de Banda del Río Salí, en Tucumán, Liliana Argañaraz, hermana de la víctima, reclamó a los gritos a las detenidas que "digan dónde está Betty".
El cuerpo de la víctima nunca fue encontrado, pero los jueces consideraron probado que Fernández y Acosta la mataron a golpes el 31 de julio de 2006, cuando iba a asumir como directora del Colegio San Francisco, cargo al que aspiraba Fernández.
Luego de dos intentos frustrados a raíz de problemas con los documentos personales, se realizó ayer una ceremonia íntima de la que participaron sólo algunos familiares y compañeras de reclusión de la pareja. La prensa no pudo determinar si asistió la hija adoptiva de las reclusas, que tiene 15 años.
"Chicana legal". "Basuras, ni Dios las va a perdonar. Este matrimonio es una chicana legal más, que sella su pacto de silencio. No podemos hacer nada porque toda persona tiene derecho a casarse, pero ahora, por el vínculo, no van a poder decir nada en contra de la otra", lamentó Argañaraz, mientras levantaba en la puerta del penal una fotografía de su hermana.
"Esta situación es inmanejable para mi familia, ellas no pudieron haber hecho todo solas, tuvieron ayuda", agregó, en referencia a la presunta responsabilidad en el crimen de Luis Fernández, hermano de Nélida, quien resultó absuelto en el juicio.
Por Gonzalo Santamaría