Hace casi dos semanas en San José de la Esquina se desató una tormenta con un fortísimo viento que derribó varios postes telefónicos. Un enjambre de cables tapizaron calle y veredas y el resultado fue que numerosos teléfonos quedaran sin tono, pero no se debieron lamentar, afortunadamente, desgracias personales, sólo lo referido más muchos vidrios rotos. Los esforzados operarios de Telecom trabajaron a full hasta que desde el fin de semana ya todo estuvo solucionado, con excepción de dos abonados que por un error, tal vez atribuible al apurado trabajo de los trabajadores, se encuentran ahora con que las conexiones están invertidas entre ellos. Un abonado es una casa de familia y la otra es de un señor que tiene una bicicletería y una rotisería. Este tan mal no la pasa, pero el de la casa de familia está furioso porque está harto que le ordenen: "Un pollo con papas fritas para las 9", o "Escuchame una cosa: me querés decir cuando m... me vas a arreglar la bicicleta ". Se espera una pronta solución y que si hay una próxima no vayan a conectar el teléfono del quinielero de juego clandestino con la comisaría.