Se acercaron dos chicas con viseras anunciándome que están en una campaña de limpieza y que de ahora en más, cuando vean que desde un negocio de la peatonal se tira basura en los tachitos, que hay dos por cuadra, seremos multados. Yo le digo: ¿“Qué me quieren decir, que somos sucios? No he visto a nadie de nosotros tirar basura ahí”. Es lógico que por las miles de personas que circulan por la peatonal, esos tachitos pequeños, insignificantes, rebalsen. Les pregunto si son empleadas municipales y me contestan que pertenecen a una empresa que el gobierno municipal ha contratado, contestándole que es con el pago de nuestros impuestos la realización de la campaña. Leo en los afiches que el candidato pide un país normal ya que los argentinos somos todos anormales, menos esta ciudad que se presenta como modelo desde hace 23 años que gobiernan, como la provincia que desde hace seis años también es normal. ¿Se referirán como normalidad recibir del mismo concesionario los informes técnicos del estado de los juegos del parque y que pase tremenda desgracia? ¿Será normal que los fondos que recauda la Municipalidad para actualización de redes de gas se destinen para otra cosa y no se haya podido evitar semejante tragedia con 21 muertos y cientos de heridos? Señora intendenta, no se haga la distraída y mire compungida para otro lado. Los funcionarios de su gobierno recibían las inspecciones técnicas semestrales del estado de los juegos del parque de diversiones firmadas por el ingeniero que a su vez es el concesionario. ¿Qué podría informar quien tiene el negocio?, obviamente, que está todo bien. También queremos saber qué destino tuvieron los fondos que se nos cobra de retención municipal en la boleta de gas, que supuestamente debían ser destinados a la empresa Litoral Gas para la actualización de redes antiguas. Invito a todos los rosarinos que estamos profundamente doloridos por estos hechos que dialoguemos y actuemos en consecuencia, exigiendo en la Justicia las responsabilidades del gobierno municipal y provincial ante estos hechos que han sucedido en la ciudad. Desde el primer momento que sucedió la explosión del edificio de calle Salta, se nos informó que todos los damnificados recibirían ayuda con subsidios y créditos. Hace unos días encontré a una inquilina del edificio de la calle Oroño 229 que perdió todo y como tantos otros departamentos de la manzana y de las veredas de enfrente que no pueden habitarlos por la rotura de vidrios, la falta de servicios de luz y gas y porque no cuentan con ningún mueble, ni artefactos eléctricos. Deberíamos todos los rosarinos solidarizarnos exigiendo que todos los damnificados tengan apoyo concreto.