Un joven de 18 años acusado de un homicidio fue beneficiado con prisión domiciliaria con custodia policial permanente ya que padece una enfermedad terminal. En una audiencia celebrada el jueves en Tribunales, la jueza penal Irma Patricia Bilotta ordenó también que se elaboren informes periódicos sobre la evolución de la salud del imputado y que aquellas salidas que debiera hacer en virtud de su tratamiento médico cuenten con autorización judicial.
Agustín Gonzalo A. es conocido como "Bola" y sindicado como miembro de "Los Cambichos", una gavilla de jóvenes conocida por su violencia en la zona de los barrios Las Flores y La Granada, en la zona sur de la ciudad. En noviembre pasado el joven fue imputado por el crimen de José Ramón Casco, un hombre de 54 años baleado el 20 de octubre de 2015 en la puerta de su casa de Moreno al 6400. Ya al momento de ser imputado por ese homicidio, Bola estaba detenido con custodia policial en el Hospital Provincial del Centenario y en esa condición estuvo los últimos tres meses. Hasta que el jueves se realizó una nueva audiencia, a la que no pudo asistir a raíz de su grave estado de salud, para revisar esa medida cautelar.
Fundamentos. Con la presencia del fiscal de Homicidios Pablo Pinto, los defensores Antonella Travesaro y José Ferrara, y familiares del acusado, la jueza Bilotta escuchó testimonios y argumentos para resolver sobre el pedido de que el adolescente fuera alojado en su caso y bajo custodia de su madre. Así, en primer lugar expuso el médico forense Lucas Kuverling, que evaluó a Bola el pasado 5 de febrero y consideró que el joven "tiene que estar alojado en un ámbito con condiciones higiénicas saludables". En ese sentido, sostuvo que "las cárceles de Riccheri y Zeballos así como la de Piñero estarían en condiciones de cumplir con los requisitos".
El médico no pudo afirmar que la enfermedad del acusado se encuentre en estado terminal, pero que le han informado que "no se encuentra actualmente en tratamiento por decisión propia y familiar ya que no podría soportar los efectos de los medicamentos". También avaló que fuera alojado en una cárcel "siempre y cuando se cumpla con los requisitos de celda privada, baño privado, alimentación adecuada y ausencia de contacto con otras personas". Asimismo, el forense dio cuenta de un informe de asistentes sociales que concluye que "el domicilio del chico es apto para que sea alojado allí".
Por su parte, la defensa estimó que "la enfermería de la Unidad Penitenciaria Nº 3 de Zeballos y Riccheri no es apta" para alojar a Bola. En ese sentido, solicitó que al menos permanezca en el hospital Centenario como hasta ahora. Tras ello, el forense volvió a tomar la palabra para aclarar que "su estado de salud no impediría al imputado volver a cometer otro delito", lo cual fue rechazado por uno de los defensores.
Hospital. Por su parte, el fiscal Pinto dijo que no podía dejar de analizarse la cuestión jurídica y aclaró que su intención no era trasladar a Agustín A. a una cárcel sino que al menos siga internado en el Centenario o bien se analice trasladarlo al hospital José María Cullen de la ciudad de Santa Fe, que es un efector con sala penitenciaria. En ese sentido dijo oponerse a la prisión domiciliaria alegando "peligrosidad procesal" ya que el joven se encontraba cumpliendo una medida de esas características por orden de un juzgado de Menores cuando ocurrió el homicidio de Casco que se le atribuye.
Ante la petición del fiscal de que permanezca internado en Rosario o sea derivado a la capital provincial, el defensor José Ferrara se opuso a que sea trasladado a Santa Fe por razones familiares. Y en ese marco la madre del chico ofreció alojarlo en su casa de la zona sur de la ciudad.
Tras analizar los argumentos, la jueza Bilotta resolvió otorgar el beneficio de la prisión domiciliaria bajo la responsabilidad y a cargo de la madre del imputado y "bajo custodia policial permanente", la que deberá determinar el jefe de la Unidad Regional II de policía. También ordenó que el Departamento de Oncología del Hospital Provincial del Centenario elabore informes periódicos sobre la salud del muchacho y, "en lo que refiera a salidas o autorizaciones que el tratamiento amerite, se requerirá autorización judicial con la debida custodia".
El Bola. Desde que en octubre de 2010 los medios de comunicación rosarinos se anoticiaron sobre la existencia en barrio Las Flores, al sur de la avenida Circunvalación, de la existencia de la gavilla de "Los cambichos", los sobrenombres de sus integrantes sonaron en al menos media docena de homicidios. Fue a partir del crimen de Juan José "Sapo" Escobar, ocurrido el 29 de mayo de 2013, que el apodo de "Bola" EM_DASHalias que heredó de su padre, un pistolero ex barra de Newell's Old BoysEM_DASH comenzó a ganar espacio en las crónicas policiales.
Por aquellos días Bola tenía 14 años. Su madre lo presentó ante la jueza de Menores Dolores Aguirre Guarrochena por el crimen de Escobar y pocos días después quedó desvinculado del caso en el que sí fueron acusados su padre junto a Claudio David I., conocido en la calle como "Ranita". Con el correr de los meses este último también fue desligado del caso.
A partir de ese momento y durante los últimos tres años, el apodo de Bola fue mencionado reiteradamente por vecinos de los barrios La Granada, 17 de Agosto y Las Flores ante cada hecho violento. Entre los 16 y los 18 años muchas veces Bola quedó rebotando dentro del círculo vicioso en el que suele transformarse el sistema de Justicia Penal Juvenil.
El muchacho manejabaja la moto Yamaha YBR azul desde la que Elías "Cambicho" Cáceres baleó a un muchacho de 23 años el 10 de febrero de 2012 en inmediaciones del Casino City Center. En septiembre pasado Cambicho fue condenado a 32 años de prisión por tres asesinatos y dos tentativas de homicidio.
Nada que perder.PUNCTUATION_SPACEEn ese entorno y mientras su salud se deterioraba, Bola llegó al martes 3 de noviembre último. Ese día, acompañado por su madre, llegó a la guardia de Hospital Centenario para someterse a un tratamiento de quimioterapia a raíz de la enfermedad que padece. Pero allí quedó detenido porque lo buscaban por haber participado, la noche del 20 de octubre, del asesinato a balazos de José Ramón Casco, en Moreno al 6400 del barrio La Granada.
Tras el ataque, los familiares de Casco apuntaron como autores del crimen a dos muchachos de Las Flores y pertenecientes a la banda de "Los Cambichos": Bola y Claudio "Ranita" I., de 20 años. Dijeron que Bola se "aprovecha de su enfermedad para decir que no tiene nada que perder y que va a matar a todos", confiaron entonces algunos vecinos de la víctima cansados de las tropelías del muchacho. A los dos también los acusaron de balear a tres parientes de Casco en el momento en que éstos volvían en una camioneta del cementerio de Villa Gobernador Gálvez donde habían sepultado al hombre.
Ese crimen revolucionó las frágiles relaciones entre los tiratiros del 17 de Agosto y Las Flores. Tras dos suspensiones de audiencias por la precariedad de su estado de salud, Bola fue imputado por el homicidio de Casco el 11 de noviembre. Ahora, en una nueva audiencia, la Justicia le permitió seguir detenido en su cada debido a su delicado estado de salud.