Desde hace ya largo tiempo, en nuestro país se ha hecho costumbre que las promesas electorales se quedan en eso. Pero cuando el incumplimiento es tan grande, indigna. El fútbol parece no ser excepción a esta regla. Yo fui una de las simpatizantes de Newell`s que se movilizó masivamente en diciembre del año pasado para desbancar la dictadura de un individuo infame y votar por un cambio radical en nuestro querido club. Una de las cuestiones que más me motivó a realizarlo era la promesa del Mole de volver a las fuentes con un hombre que ya es ícono en la historia rojinegra: Jorge Griffa. Gran parte de la campaña oral, televisiva y escrita se basó en esa figura. Parece ridículo que hoy eso no se haya cumplido, supuestamente y de acuerdo a declaraciones de miembros de la nueva comisión directiva, a partir de abril sí o sí, lo tendríamos trabajando en el club. ¿Pero dónde está Griffa? ¿Dónde quedó la promesa de Guillermo Llorente? Gustavo Dezotti, supuesto manager de Newells, declaró que Griffa no va a llegar y que el proyecto de inferiores ya estaba armado desde 2004. ¿Es una tomadura de pelo? Si era así, ¿por qué prometieron algo que no podían cumplir? ¿Usaron el nombre de alguien tan caro a los sentimientos rojinegros? Preguntas que requieren una respuesta inmediata de las autoridades del club.