El barrio Pichincha es uno de los polos gastronómicos por excelencia de Rosario, y sufrió como todo el sector los embates de la pandemia, pero poco a poco se va reactivando y en el lugar comienzan a aparecer nuevos emprendimientos: ya se ocuparon 18 locales en la zona, que abrieron o están por hacerlo antes de fin de año, y están diciendo presente algunos rubros atípicos para un área con muchos bares y restaurantes.
Es que en este marco de ebullición, mientras arranca una leve recuperación económica de la mano de las habilitaciones de actividades y eliminación de limitaciones, los comerciantes de la zona quieren sumarle vida diurna para imprimirle un carácter más completo, con actividad durante todo el día y no solo durante la noche.
Entre todas las aperturas que se anuncian, se esperan alrededor de 1.200 nuevos puestos de trabajo de los cuales unos 720 son directos (cocineros, mozos, bacheros) y 480 indirectos (cadetes, proveedores), tan necesitados en una industria que recibió el golpe como pocas, pero que busca renovarse de la mano de apuestas superadoras y haciendo foco en lo temático.
En el área demarcada por el río Paraná, bulevar Oroño, Tucumán y avenida Francia hay aproximadamente 70 locales gastronómicos, de los cuales un tercio no resistió a la pandemia. Por eso, 15 aperturas representan una cantidad importante.
A diferencia de otros corredores, en Pichincha muchos negocios no cerraron definitivamente, sino que cambiaron de dueño, o bajaron la persiana momentáneamente, pero siguieron pagando el alquiler a la espera de tiempos mejores. "Es un barrio que, al margen del Covid, iba a quedar posicionado y la gente decidió aguantar y no desprenderse", confió Reinaldo Bacigalupo, titular de Mercado Pichincha.
De día
Por eso, el barrio y sus vecinos festejan la llegada de propuestas como cafeterías y panaderías de especialidad y conceptos distintos y de alta cocina. Pichincha busca ser un barrio de todo el día, y para eso estas apuestas junto a la indumentaria y el arte se hacen fundamentales. "La nocturnidad nunca se va perder, porque es la característica principal del barrio, pero para ser un centro comercial integral necesitábamos propuestas de día y de calidad", analizó el referente.
Las panaderías y café Masamadre Bakery (Callao y Catamarca, ex Antares), Infinita (Santiago al 200) y Bleri (Alvear 26), son una buena noticia en ese sentido, porque concentran público durante la mañana y hasta la tarde. Mercat del Born (Jujuy 2200), instalado donde estaba el bar Temple, que tenía algunos conflictos por ruidos molestos con los vecinos y cerraba tarde, es una apuesta a los productos delicatessen, con bebidas y fiambrería de calidad distinto a un almacén tradicional. La heladería Enola también abrió en la misma cuadra con una propuesta boutique.
En tanto, desde la asociación civil intentan fogonear que se acerquen marcas de ropa, mediante la introducción de incentivos y a partir de la instalación de ferias de diseño. Actualmente se está planificando en conjunto con la Municipalidad volver a armar Rosario Diseña, que agrupa diseñadores independientes con exhibiciones durante la tarde en bares.
"Le conviene al local gastronómico porque vende una cerveza o un café en un horario de menos trabajo como puede ser de 14 a 19, y a las emprendedoras porque muestran su producción por fuera de los showrooms cerrados", explicó Bacigalupo. El proyecto, que tuvo una experiencia informal antes de la pandemia en dos o tres lugares, se presentó a la Secretaría de Desarrollo Económico, y confían en que será un punto de entrada para que marcas o diseñadores se animen a desembarcar.
De noche
En cuanto a la movida nocturna, lo cierto es que por el momento hay más proyectos que negocios abiertos, y la zona apunta a recuperar los locales cerrados por la pandemia hacia fines de 2021. "Fue una decisión de todos de último momento, porque hubo mucha incertidumbre. Nadie sabía si invertir porque no estaba claro cuándo terminaría la pandemia. Ahora, con el grado de vacunación que hay y que el mundo se abrió bastante, se retomaron proyectos de carpetas ya iniciadas y hubo un efecto contagio entre los emprendedores", definió.
La lista de los nuevos proyectos se completa con Smashed, hamburguesas al paso en formato para llevar y con envíos; Filo Carnes y Gin (Güemes y Alvear), siguiendo la tendencia mundial de maridar cortes premium y gin en una esquina que vuelve con fuerza; Street Food en Alvear y Güemes con cuatro propuestas distintas de comida callejera y una gran vereda como protagonistas de una obra que acaba de arrancar; y el renovado Chinchibira (Jujuy y Santiago), que vuelve el foco en la coctelería y un ambiente más nocturno, con DJs en vivo y gastronomía.
Donde estaba Queens (Oroño y Güemes) habrá un megaproyecto con una mezcla de propuestas que combina vinoteca, bar de vinos y churrasquería con una inversión importante para llevar a otro nivel a esta puerta de entrada a Pichincha, que también había perdido Johnny B. Good en la otra ochava. Tyson (Catamarca 2700); y Sale Una Rita (Pueyrredón y Brown), son dos nuevas pizzerías con tradición italiana, y en la esquina de Jujuy y Oroño (ex Patagonia) hay un emprendimiento de Grupo Asgar que aún no se sabe qué albergará.
Otro que llega al barrio es Ruin Bar, otra tendencia mundial con un bar distendido y cool que respeta una estructura abandonada y le da vida nuevamente; Gorostiaga Pichincha, un parque de containers con variedad de ofertas gastronómicas en una zona que busca crecer y lidera la expansión; Distrito Pichincha (Santiago y avenida Rivadavia), otra apuesta al aire libre, muy buscadas en estos tiempos, con contenedores y diversidad en una buena ubicación.
Por último, el plan es que aparezcan locales de comida no tradicional o innovadora, que amplíen la oferta gastronómica a nivel cultural: "No tanto italiano y español, sino comida japonesa, de la India o China. Sería bueno que sea Pichincha el lugar donde comiencen", apuntó el empresario. Tora Izakaya (Tucumán y Riccheri), un bar de street food, cerveza artesanal y tragos japoneses; y Masaru Ramen (Brown al 3000) son locales exóticos ya instalados durante el último año que cuadran en esta búsqueda.
Proyectos sociales y solidarios
El titular de Mercado Pichincha adelantó que como asociación civil tienen dos grandes ilusiones con proyectos sociales y solidarios para los próximos meses. Uno es retomar la heladera social, un proyecto de 2019 que se plasmó en ordenanza y quedó suspendido por los cierres de los bares, al quedar en emergencia económica, y ahora busca sponsors.
Consistía en que todos los restaurantes donaran cuatro porciones de platos cocinados (no sobras ni reciclados), que un cadete recolectaba y llevaba el fin de semana a cuatro comedores comunitarios. La idea es promocionar la vuelta y que lo copien los otros centros comerciales y gastronómicos.
El segundo objetivo es transformar el barrio en un lugar conocido por sus graffitis solidarios, con mensajes como "Doná sangre, doná vida" (se pintó en la esquina de Alvear y Brown), o por un clásico rosarino en paz. "Queremos dar mensajes positivos relacionados a educar o a la solidaridad", señaló.
La iniciativa busca acordar con propietarios de edificios deteriorados y articular con la Municipalidad para ofrecerles pintar sus casas a cambio de un lugar para poner el mural. De esta forma, "se logra que el vecino tenga un beneficio, que el barrio se ponga lindo entre todos y que además de lo artístico, como hay en muchos lugares del mundo, haya un mensaje positivo", cerró Bacigalupo.