Un joven de 25 años fue condenado ayer a prisión perpetua por haber matado a golpes al camarógrafo Juan Diego Covello para robarle su teléfono celular hace un año en la ciudad de Ramos Mejía, al oeste del conurbano bonaerense.
Un joven de 25 años fue condenado ayer a prisión perpetua por haber matado a golpes al camarógrafo Juan Diego Covello para robarle su teléfono celular hace un año en la ciudad de Ramos Mejía, al oeste del conurbano bonaerense.
El abogado de la familia de la víctima, Carlos Pousa Bogado, señaló que el Tribunal Oral 2 de La Matanza condenó a Carlos Humberto López a esa pena más la accesoria por tiempo indeterminado, lo que le impedirá acceder a beneficios durante el cumplimiento de la pena.
"Estoy conforme con el trabajo de los jueces y de la fiscalía", dijo Mirta Bojorge, madre de la víctima. El fiscal Alfredo Luppino había solicitado que López fuera condenado a reclusión perpetua. La defensora oficial Gabriela Chaumeil, aceptó que su asistido cometió el hecho, pero pidió a los jueces que lo condenaran por "robo y homicidio simple", con penas que van de los 8 a los 25 años.
"En ningún momento (López) mostró arrepentimiento de lo que hizo porque es una persona que no tiene valores", afirmó la madre del camarógrafo.
El ataque. El hecho ocurrió a las 5.30 del 21 de octubre de 2012 en el oeste del conurbano bonaerense. Un delincuente increpó a Covello con fines de robo cuando volvía a su casa caminando cerca de la plaza Mitre, ya que había concurrido a un cumpleaños en Capital Federal.
El camarógrafo empezó a correr, pero el asaltante lo alcanzó y comenzó a pegarle golpes de puño en diferentes partes del cuerpo hasta que su cabeza golpeó contra el suelo, luego de caer al piso.
En su alegato, el abogado de la familia de la víctima valoró especialmente la declaración que prestó en el juicio un vigilador de una garita que fue testigo del crimen y reconoció al imputado como el agresor.
"El vigilador ve la parte más fuerte que es cuando le pega patadas y lo golpea en la cabeza, pese a que ya estaba en el piso en estado de indefensión", destacó Pousa Bogado. Covello murió en brazos de este hombre mientras esperaban una ambulancia.
El letrado destacó también la declaración del médico que realizó la autopsia, quien detalló que primero la víctima recibió un golpe en la nuca que lo hizo caer al suelo y luego sufrió una fractura en el lado izquierdo de la cabeza, sobre la oreja, y otra en la parte interna del cráneo, a la altura de la ceja.
Se tuvo en cuenta lo dicho por una novia de López, que dijo que a las 8 del día del crimen, éste le mostró un teléfono y le dijo: "Se lo robé a un gil y lo maté a trompadas".
Por Claudio Berón