Meryl Streep, junto a Philip Seymour Hoffman, encabeza el reparto de "La duda",
una de las películas más nominadas para los premios Oscar. El filme, que se estrena mañana en los
cines rosarinos, se basa en una obra de teatro de John Patrick Shanley. La acción se desarrolla en
1964 en una escuela dirigida por la Hermana Aloysius Beauvier, interpretada por Streep, una monja
inflexible que se enfrenta a sus sospechas de que un cura, a cargo de Hoffman, está prestando
demasiado atención a uno de los estudiantes. Streep contó qué aprendió al interpretar un personaje
riguroso y ordenado.
—¿Disfrutó interpretando a una monja?
—Me encantó la vestimenta de monja. ¡No existen días malos con el
cabello!
—¿Usted piensa que el Padre Flynn abusó o no del muchacho?
—Ah... Es tan complicado. Es algo así como la esencia de la película.
Todos tendrán una opinión diferente, puede ser, pero creo que ése es el tema aquí. Investigar ideas
de certeza y de duda y de cómo vemos las cosas instintivamente y de cómo vemos la verdad a través
del prisma de nuestro propio prejuicio y ése es el tema.
—¿Su personaje mira el mundo en negro y blanco?
—Ella trata con el mundo de un modo blanco o negro. No estoy segura de si
lo mira de esa manera. Pero ella averiguó que es más efectivo mantener las estructuras de la
Iglesia, seguir con los dictados de su fe, mantener el orden con los niños y que la escuela siga
funcionando, continuar con una línea muy dura y que sea correcta, clara.
—¿Le gustó el personaje?
—¡Me gustó ella! Creo que no le importaría ser calificada como arpía
porque se ve a sí misma protegiendo a esas flores, a esos niños.
—¿Alguna vez la han calificado como arpía?
—En "El diablo viste a la moda", ¡sí!.
—¿Usted estudió en una escuela con una disciplina tan estricta?
—Sí, así fue. Sí tuve a un docente muy estricto pero le prestaba atención
y aprendía álgebra. Y tuve otras maestras que todo el mundo amaba, pero no recuerdo nada. Quiero
decir que hay algo para concentrar la mente, algo para tener disciplina en una clase. Tuve una
maestra de música muy disciplinada y muy inspiradora. Es bueno para los niños saber que hay
límites.
—¿Cómo se preparó para el personaje?
—Conocí a algunas monjas sin un trabajo activo, algunas monjas de
congregación de las Hermanas de la Caridad. No había muchas. Tienen aproximadamente setenta,
ochenta y noventa años de edad. Fui a dos hogares, comí con ellas allí, y hablé con las monjas.
Luego hablé con la Hermana Peggy. Era el modelo de la Hermana James. Era la maestra de John Patrick
Shanley en primer grado, cuando él tenía seis años de edad. Tiene alrededor de setenta años de
edad.
—¿La religión juega un papel importante en su vida?
—No sigo ninguna doctrina. No pertenezco a una iglesia o templo o sinagoga
o ashram.
—¿Piensa que la película atraerá la crítica de la Iglesia Católica?
—No lo creo. Las Hermanas de la Caridad que han visto la película han sido
muy alentadoras. Creo que están del lado de la verdad. De lo que es correcto. Otras personas
podrían tener problemas. Dice la verdad sobre cosas que ocurren.
—¿Piensa que la Iglesia Católica es como una red de "amiguismo"?
—Bueno, ¿qué piensa? ¿No es todo una red de amiguismo? La industria del
cine. El Senado. La cámara de representantes. Los grados más altos en un empresa. ¿Qué cosa no lo
es?
—¿Aún se emociona al estar nominada para el Oscar?
—Sí, estoy emocionada. Me siento intimidada. Hollywood para mí es lo que
es para usted. Es algo más que lo que soy. Me siento fuera de él. Causa temor.
—¿Donde guarda sus premios Oscar?
—En un estante alto. ¡Uno de ellos tiene realmente un color espantoso
ahora!
—¿Qué piensa acerca de los roles que le han ofrecido hasta ahora?
—Creo que los personajes para las mujeres de mi edad son más salvajes, más
extremos. Los protagonistas de una comedia romántica están escritos para mujeres más jóvenes.
Siempre me consideré como una actriz que interpreta personajes, en todos los ámbitos, una actriz de
cine o teatro.
—¿Cuál es su balance?
—He ahorrado mi dinero y estoy bien. Cuando era más joven, era más
aterrador. No creo que alguna vez tenga sentido común para saber cuán cerca estaba del abismo. Uno
tiene optimismo cuando es más joven y no tenía miedo. Y también vivía, simplemente.