La publicación de nuevos datos que confirman la desaceleración de la economía china volvió a hundir a las principales Bolsas internacionales, con pérdidas de hasta 3% en Wall Street. También se derrumbó 8% el valor del petróleo, lo que acentuó la fuerte volatilidad de los mercados y confirmó los temores a una profundización de la recesión global.
El Indice de Gestores de Compras en China se contrajo por tercera vez en el año al descender hasta un 49,7% desde un 50% registrado en agosto. El indicador, construido en base a testimonios de los gerentes de las principales empresas chinas, establece que una cifra superior al 50% significa expansión, mientras que un valor menor representa una contracción de la actividad económica.
El pesimismo golpeó primero la Bolsa de Shanghai, que perdió 1,23%. El efecto contagió a las Bolsas europeas, entre las que Londres resultó la más afectada con una caída del 3%, seguida de Madrid (-2,59%), Amsterdam (-2,58) y Frankfurt (-2,4).
En Wall Street, el Dow Jones de papeles industriales cerró con una baja de 2,84% y se ubicó en los 16.058,35 puntos tras perder 469,68 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 perdió 2,95% y el Nasdaq Composite un 2,94%.
La desaceleración de la actividad industrial China también golpeó el precio del petróleo y de los commodities agrícolas. ante la perspectiva de menores importaciones desde el país asiático.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cayó 7,70% y cerró en 45,41 dólares el barril, un descenso que pone fin a la buena racha que se prolongaba desde el pasado jueves en el valor del crudo de referencia en Estados Unidos.
La titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, profundizó la preocupación al afirmar que la perspectiva de expansión global “es peor” que la anticipada dos meses atrás por el organismo.
“Esto refleja dos fuerzas: una recuperación más débil a la esperada en economías avanzadas, y una mayor desaceleración de las economías emergentes, especialmente América latina”, agregó. Afirmó que los países emergentes deberán aumentar las precauciones para evitar un impacto mayor de la ralentización china.
Uno de los países más golpeados por el recrudecimiento de la crisis es Brasil, que entró en recesión y cuya moneda se deprecia a la par que la salida de capitales. El ministro de Hacienda de ese país, Joaquim Levy, advirtió que “la casa no está en orden” en ese país, y que debe recuperarse la confianza “para no ver disparar al dólar” que alcanzó los 3,70 reales, con una suba del 38,71% en lo que va del año.
El dólar alcanzó en Brasil su cotización más alta desde el 13 de diciembre de 2002, cuando se ubicó en 3,735 reales, lo que da la pauta de la considerable apreciación que tuvo la moneda del país vecino en los años posteriores.
A estos factores se suma la incertidumbre sobre una próxima suba de tasas de interés en EEUU por parte de la Reserva Federal (FED), lo que generaría un reflujo de capitales hacia la principal economía mundial.
Según fuentes consultadas por la agencia Bloomberg, el máximo organismo monetario de EEUU podría incrementar las tasas a mediados de septiembre aún cuando el crecimiento global se mantenga en niveles mínimos.
La incertidumbre con respecto a la inflación y el crecimiento de la economía mundial justifica un aumento “modesto” de las tasas de interés, afirmó uno de los miembros del organismo.
Las acciones líderes de la Bolsa porteña perdieron ayer 2,68%, en otra jornada signada por el temor sobre el futuro de la economía global.
HSBC
El Banco Central revocó ayer la autorización para que Gabriel Martino y Miguel Ángel Estevez se desempeñen al frente de la filial local del HSBC. Fue por el escándalo de las cuentas suizas.