Tegucigalpa. — El gobierno interino de Honduras desafió ayer la presión
internacional al asegurar que no existe la más remota posibilidad de que el derrocado presidente
Manuel Zelaya vuelva al poder, pese al ultimátum dado por la OEA para restituir al mandatario. El
gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti aseguró que Zelaya será arrestado si regresa al
país, incluso si vuelve acompañado por los presidentes de Argentina y Ecuador y del jefe de la OEA,
como fue anunciado.
"Absolutamente no hay la más mínima posibilidad, el presidente Zelaya está
afuera por órdenes del pueblo", dijo el canciller interino, Enrique Ortez. El canciller añadió que
no existe conversación con ningún gobierno extranjero ni con organismos como la Organización de
Estados Americanos (OEA) sobre un eventual retorno del depuesto líder hondureño. "La soberanía no
se negocia, nosotros no estamos negociando absolutamente nada", sentenció el veterano político
hondureño.
Un grupo de militares sacó a Zelaya de su casa el domingo a punta de fusil y lo
obligó a abandonar el país cafetalero con destino a Costa Rica cuando promovía una consulta popular
que abriera el camino a la reelección presidencial, considerada inconstitucional por los tribunales
y los partidos políticos.
72 horas. La OEA se unió a la condena mundial del "golpe militar" y dio ayer un
ultimátum de 72 horas para que el gobierno interino garantice el "inmediato, seguro e incondicional
retorno del presidente (...) a sus funciones constitucionales" o advirtió que suspenderá al país
del organismo. En Washington, el embajador del gobierno de Zelaya ante la OEA, Carlos Sosa, dijo
que el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, designará una comisión para tratar de
establecer contacto con el presidente interino y negociar una salida a la crisis antes de que venza
el plazo.
Zelaya, que había anunciado su retorno a Honduras para hoy, postergó su regreso
al menos hasta el fin de semana para no entorpecer las gestiones que está llevando adelante la OEA.
El depuesto mandatario se desplazó ayer a Panamá para asistir a la toma de posesión del nuevo
presidente de ese país, Ricardo Martinelli. "Voy a respetar las 72 horas que pidió la OEA. En este
sentido, el retorno a Honduras será programado para el fin de semana, porque todos los países lo
han solicitado", acotó.
En tanto, el presidente interino de Honduras pidió ayer a los mandatarios de
Argentina, Cristina Fernández; y de Ecuador, Rafael Correa, que "no intercedan en asuntos que no
les corresponden". Fernández de Kirchner tenía previsto viajar anoche hacia Washington para
acompañar junto a una comitiva el regreso de Zelaya hoy a Honduras, operativo que está suspendido
por un ultimátum de la OEA al gobierno de facto.
El mandatario de facto consideró que los presidentes que viajen a Tegucigalpa
con Zelaya "pueden provocar un problema interno en el país".
"Chávez, el responsable". El golpista también cargó fuerte contra el presidente
venezolano Hugo Chávez, a quien responsabilizó de la crisis que vive Honduras. La intervención de
Chávez es "clara y definida" en la situación del país, dijo Micheletti que accedió a la presidencia
luego de que el ejército arrestara y expulsara al presidente Manuel Zelaya el pasado domingo. El
mandatario interino cuestionó que las Naciones Unidas y la OEA no se percataron de lo que "estaba
ocurriendo en Honduras".
Las manifestaciones a favor de uno y otro gobierno resurgieron ayer en Honduras
pese al toque de queda, mientras la Fiscalía general anunció que la policía emitió una alerta
migratoria con la que esperan que Zelaya "sea capturado en cualquier país en donde se encuentre y
traído a Honduras para ser inmediatamente juzgado".