He observado durante las últimas semanas en los medios de comunicación, que se refieren a aquellos soldados movilizados al Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (Toas) en 1982 como "veteranos no reconocidos", incurriendo en un enorme error. ¿Por qué? Porque "veteranos de guerra" son aquellos que estuvieron en jurisdicción del Teatro de Operaciones Malvinas (TOM), es decir en las islas y aguas adyacentes (como los marinos del crucero ARA Belgrano y aquellos otros buques de superficie y submarinos). Entonces llamarlos "veteranos no reconocidos" es una falacia, además de herir los sentimientos de aquellos que efectivamente defendimos nuestra patria. Si buscamos una explicación a tal injustificado reclamo lo encontramos en el cobro de las pensiones que actualmente recibimos todos los veteranos de guerra del país. Y si observamos la fecha de fundación de este grupo, quedará en evidencia lo especulativo de su propósito. Pretenden vivir a costa del Estado. Así que es hora de volver a llamar las cosas por su nombre.