Pese a la decisión oficial de instaurar precios máximos para los combustibles dispuesta desde la secretaría de Comercio Interior el miércoles pasado, las petroleras privadas Shell y Esso aumentaron ayer las naftas en todo el país, en línea con la decisión tomada un día antes por la estatal YPF.
Los aumentos se registraron en un contexto de confusión generalizada en el sector, ya que todavía no hay precisiones oficiales, ni tampoco por parte de las empresas, respecto a los valores máximos que deben respetar las petroleras en cada una de las seis zonas "de aumentos" en las que fue dividido el territorio nacional.
A nivel local, diferentes expendedores consultados coincidieron en señalar que "hay que esperar unos días" para ver la forma final que tomará la normativa. Eso, sin embargo, no impidió que las principales marcas salieran a aumentar sus combustibles en porcentajes variables que rondaron el 5 por ciento.
A su vez, las subas aparecen en un escenario energético complicado por los problemas de abastecimiento que padecen tanto las firmas privadas como la estatal.
La petrolera estatal resultó además perjudicada por el incendio de su refinería de Ensenada tras las lluvias del pasado 2 de abril en la zona de La Plata, lo que afectó su capacidad de provisión.
La decisión de las petroleras privadas se produjo pocas horas después que YPF aplicara aumentos de entre 7 por ciento y 9 por ciento a sus combustibles por horas después de que el gobierno, por intermedio de Guillermo Moreno, anunciara la fijación de topes máximos a los precios.
Shell resolvió subir sus productos en Buenos Aires, lo que inmediatamente se replicó en el resto del país, pese a que se trata de la petrolera con los precios más altos del mercado.
En esta línea, se esperaban también las subas en otras firmas como Petrobras y Oil.
Con esta nueva suba, la nafta súper en las estaciones de servicio de la compañía anglo-holandesa perforó el techo de los 7 pesos para comercializarse en $7,049 por litro, mientras que la premium V-Power aumentó a $8,349, en los establecimientos relevados en la Capital Federal.
El jueves, YPF ya había anunciado una suba del 7 por ciento promedio para sus combustibles, que en la ciudad de Buenos Aires llegó al 9 por ciento, por lo que sus productos se incrementaron en promedio 26,2 por ciento desde que el Estado nacional retomó el control de la compañía, el 3 de mayo del año pasado, después de la expropiación de acciones en poder de la española Repsol.
La serie de aumentos dispuestos por YPF, Shell y Axion se registran luego de la resolución 35/2013 anunciada por la Secretaría de Comercio Interior, y que fija precios máximos para los combustibles por seis meses. La medida, que se extenderá prácticamente hasta las próximas elecciones legislativas de octubre, tiene por objetivo apaciguar los niveles de inflación que se registran en el país.
La oposición cargó contra el gobierno por el congelamiento de los precios. "Esto es parte de la contradicción que tiene YPF", sostuvo el diputado de la Coalición Cívica Alfonso Prat Gay.