Las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, junto a un grupo de cristianos, presentaron un documento a la Conferencia Episcopal exhortando a repudiar las afirmaciones del ex represor Jorge Rafael Videla, sobre la "complicidad" de la Iglesia en la última dictadura cívico-militar.
De esta manera, la iniciativa impulsada por el ex embajador argentino en Uruguay, Hernán Patiño Mayer, afirma que existió una "actitud claudicante de parte del Episcopado mientras miles de personas, la mayoría de ellas cristianas y decenas de religiosos eran brutalmente secuestrados, torturados y asesinados".
"Ante el incomprensible silencio de los obispos y este señalamiento de corresponsabilidades eclesiásticas, constituye sin duda un escándalo que merece una reacción impostergable", manifiesta el texto sobre la declaraciones de Videla a la revista Cambio 16 y el libro "Disposición Final", de Ceferino Reato.
Asimismo, el grupo de laicos y cristianos demandaron también "gestos y decisiones que contribuyan a reparar y poner fin al daño causado por las inconductas" de los jerarcas epicospales de esa época.
En el documento presentado señalan que "no pueden quienes se reivindican como pastores del pueblo de Dios actuar como encubridores de hechos incalificables que aún agravian a sus víctimas y laceran espiritualmente al conjunto de la sociedad argentina".
Sobre dicha iniciativa que tiene el aval de más de 300 firmas, explican que "se trata de advertir al Episcopado sobre la necesidad de actuar ante la gravedad de las circunstancias con la resolución que la salud espiritual de nuestra comunidad reclama".
Ante las declaraciones de Videla a la publicación española y al periodista argentino, consideraron que sus dichos "no sólo justifican y reivindican las atrocidades cometidas sino que señala como cómplices de ellas, por acción u omisión, a gran parte de la Iglesia Católica".
"Nos mueve el más sincero deseo de que la Iglesia de la que somos parte no hipoteque una vez más su autoridad moral y con ella su credibilidad y potencialidad evangelizadora", definen.
En sus últimos reportajes, "Videla presenta a la Iglesia como testigo complaciente de la matanza que se estaba desarrollando en nuestra Patria", asevera el documento presentado ante los distintos organismos del Episcopado católico.
Por otra parte, el texto resalta a los "pastores que alzaron su voz para dar testimonio del mensaje evangélico" y señala a los monseñores Angelelli, Ponce de León, De Nevares, Novak, Hesayne y Devoto.
Aberrantes. "Las aberrantes declaraciones de Videla pueden ser una oportunidad para expresar con gestos y decisiones concretos la voluntad reparadora de una Iglesia que trasciende en mucho a sus circunstanciales jerarquías", agregaron. Con respecto al accionar de los capellanes castrenses, "creemos que es una obligación ineludible de la jerarquía exigir a ciertos sacerdotes informar el destino de los niños arrebatados a sus familias y permita identificar el destino final de los desaparecidos".
En "Disposición Final", Videla sostuvo que "la Iglesia cumplió con su deber, fue prudente, de tal suerte que dijo lo que le correspondía decir sin que nos creara a nosotros problemas inesperados".
"Mi relación con la Iglesia fue excelente, mantuvimos una relación muy cordial, sincera y abierta. No olvide que incluso teníamos a los capellanes castrenses asistiéndonos y nunca se rompió esta relación de colaboración y amistad", señaló el ex dictador a Reato.
Finalmente, aquellos que deseen firmar su adhesión al pedido para que la Iglesia Católica condene el accionar de la última dictadura militar lo pueden hacer enviando un e-mail a: [email protected]. l (Télam)