Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) alcanzaron ayer un acuerdo para blindar a la zona euro ante nuevas turbulencias, potenciar la competitividad del bloque comunitario y reforzar la disciplina fiscal en el bloque, una exigencia específica de Berlín.
No obstante, el Consejo Europeo de Bruselas se cerró en falso, en medio de una nueva rebaja de la calificación de la deuda soberana de Portugal y del creciente temor a que la economía lusa tenga que ser rescatada a corto o medio plazo, como ocurrió con Grecia e Irlanda.
Entre las medidas aprobadas figuran la creación de un fondo para rescatar a países al borde de la suspensión de pagos, así como una leve reforma del Tratado de Lisboa, para encajar legalmente ese instrumento.
Europa —y en especial Alemania—, no quiere más sobresaltos. Grecia fue el primero de los “incendios” a apagar, como calificó la emergencia en torno a la deuda helena el comisario de Economía del bloque, Olli Rehn. Para evitar la bancarrota de sus finanzas, la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pusieron sobre la mesa 110.000 millones de euros.
En el caso irlandés, el crédito (de 85.000 millones de euros) procedió ya del fondo de rescate, con una dotación total de 750.000 millones. Pero ahora todos los ojos miran con preocupación a Lisboa.
“He venido aquí para defender a Portugal, para defender al euro”, subrayaba José Sócrates, el primer ministro socialista portugués que dimitió tras perder el pasado miércoles una decisiva votación en el Parlamento luso sobre su cuarto y último paquete de ajustes.
El euro, a junio. Los jefes de Estado del bloque acordaron dejar para junio la aprobación de la reforma del fondo de rescate temporal para la moneda única, que expira en 2013, para que disponga de una capacidad de préstamo real de hasta 440.000 millones de euros.
La crisis política y económica lusa dominó la agenda.
¿Cuánto costará el eventual rescate? El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, consideró que la cantidad de 75.000 millones de euros sería una cifra “apropiada”, si bien dejó claro que se trata de una cifra teórica y no una situación en marcha.
Precisamente debido a la crisis política portuguesa, los 27 se vieron obligados a centrar la mayor parte de sus debates del jueves y ayer en ese asunto, además de en la operación militar aliada en Libia.
No obstante, la jornada de ayer se centró en la nueva estrategia para proteger a la moneda única, oficialmente “pacto por el euro”. “Algunas personas temen que este trabajo (el “pacto”) sea un desmantelamiento del bienestar social y la protección social. En absoluto, es para salvarlo. Lo que estamos haciendo es garantizar que nuestras economías sean lo suficientemente competitivas para crear empleos y sostener los niveles de vida de nuestros ciudadanos”, afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Contra el dólar
Los especuladores elevaron sus apuestas contra el dólar y aumentaron sus posiciones a favor del yen, mostraron ayer datos de la Commodity Futures Trading Commission. Aunque la intervención de los bancos centrales del G-7 ayudó a impulsar al dólar desde un mínimo histórico de 76 yenes, no resultó como un catalizador de una apreciación más estable del billete verde.