La policía británica dijo ayer que inició su propia investigación sobre la desaparición de la niña Madeleine McCann, cuyo rastro se perdió en Portugal hace seis años cuando tenía cuatro, diciendo que tiene nuevas pistas y ha identificado a 38 posibles sospechosos.
McCann desapareció de su habitación en un apartamento en la localidad vacacional de Praia da Luz en el Algarve en mayo de 2007, mientras sus padres cenaban con unos amigos en un restaurante cercano, desatando una búsqueda mundial que acaparó la atención de los medios de comunicación.
"Continuamos creyendo que existe la posibilidad de que Madeleine esté viva", dijo el detective inspector jefe Andy Redwood, de la policía metropolitana de Londres, más conocida como Scotland Yard. "Es un paso positivo en nuestra búsqueda de Madeleine que nuestra comprensión de las pruebas nos ha permitido cambiar de revisión a investigación".
Pese al enorme interés internacional y a que muchas personas aseguraron haberla visto en países como Bélgica, España, Marruecos, Francia o Malta y Argentina (en Rosario, una pareja de turistas denunció haber visto a la niña, aunque resultó falso) y una investigación que llegó hasta Australia, el destino de la pequeña continúa siendo un misterio.
Sus padres fueron considerados formalmente sospechosos por la policía portuguesa durante cuatro meses tras la desaparición de Madeleine, pero en 2008 fueron exonerados y el fiscal portugués abandonó el caso por la falta de evidencias.
Desde entonces detectives policiales británicos han realizado 16 viajes a Portugal y han recabado miles de documentos de Reino Unido, Portugal e investigadores privados de siete compañías que trabajaron en el caso.
Redwood dijo que "nuestra investigación ha progresado hasta el punto de que hemos encontrado a 38 personas que quisiéramos interrogar. Son originarias de varios países europeos y acabamos de empezar a establecer las conversaciones con cada país". Al dar a conocer los detalles de la pesquisa, Redwood indicó que 12 son británicos que estaban en Portugal cuando la pequeña desapareció, mientras que el resto están en Portugal, Reino Unido y otros países europeos.
El caso fue cerrado por la policía portuguesa en 2008, pero Scotland Yard empezó a revisarlo en mayo de 2012, después de que el primer ministro británico, David Cameron, aceptara una petición de los padres para que se reabriera.
Por su parte, el portavoz de la familia McCann, Clarence Mitchell, ha anunciado que los padres consideran que éste es un "gran paso adelante" para establecer lo que pasó con su hija y permita llevar ante la Justicia a los responsables de su desaparición.
Redwood reveló que la revisión del caso ha aportado "una nueva manera de pensar, con nuevas teorías, nuevas pruebas y nuevos testigos".
Ni los padres de la niña ni los amigos de los McCann que cenaban con ellos la noche de la desaparición figuran en la lista de las 38 personas que la policía quiere interrogar.
“No hay pruebas de que esté muerta”
“Creo firmemente que este es un momento importante para Madeleine”, subrayó o el detective inspector jefe Andy Redwood. “No hay una prueba definitiva de que ella esté muerta, según una revisión de lo que se ha investigado. De modo que, sobre esa base, creo sinceramente que hay una posibilidad de que esté viva”, precisó. La policía divulgó una imagen digital sobre cómo sería actualmente el rostro de Madeleine a los 10 años de edad.