La nueva reglamentación sobre la venta de medicamentos y productos en las farmacias tiene un impacto menor en los negocios establecidos en la ciudad de Rosario y podría resultar beneficioso para el sector si es aplicada efectivamente, según consideró el secretario del Colegio de Farmacéuticos, Juan Carlos Roquetta.
"La normativa recupera el espacio sanitario de la farmacia", señaló Roquetta, quien cree que si se aplica tal cual la letra de la resolución, será favorable para los farmacéuticos puesto que, consecuentemente, recuperaran un espectro de negocios que ahora, a pesar de la regulación, abarca otro tipo de comercios.
Dijo que algunos artículos, como peluches, bolsos, bijouterie, relojes, ropa de bebé, no podrán estar más en los anaqueles de las farmacias, pero se agregan productos que competen exclusivamente a ese ámbito, como jeringas, agujas y otros insumos de uso médico, así como productos de higiene y estética.
De todos modos, aclaró que aún debe definirse concretamente algunas cuestiones, como lo relacionado a los productos del mundo de la estética, que comprende a las farmacias, las que podrán seguir comercializando, por ejemplo, suplementos vitamínicos y herboristería porque tienen principios medicinales.
Las farmacias tampoco podrán vender desde enero del año entrante alimentos y bebidas.
"Las autoridades sanitarias santafesinas se han preocupado en que las farmacias se mantengan como espacios sanitarios, de efector de salud", señaló Roquetta, por lo que la incidencia de las cadenas de grandes espacios de venta del sector en la provincia es menor o inexistente.
En ese marco, subrayó que resulta necesario un mayor control para que otros comercios que no sean las farmacias vendan medicamentos, una puerta que abrió la desregulación de la década de 1990 y que aún, en algún porcentaje, se mantiene.