Guías nepaleses y montañistas amenazaron ayer con dejar de escalar el Everest, si el gobierno de Nepal no prevé mejores compensaciones financieras para los sherpas, tras la muerte de por lo menos 13 de ellos en un alud el viernes último.
Guías nepaleses y montañistas amenazaron ayer con dejar de escalar el Everest, si el gobierno de Nepal no prevé mejores compensaciones financieras para los sherpas, tras la muerte de por lo menos 13 de ellos en un alud el viernes último.
Cientos de guías y monjes participaron ayer en una procesión fúnebre, para rendir un homenaje a las víctimas de la tragedia del viernes.
Al menos 13 guías murieron en la avalancha que se produjo a unos seis mil metros de altitud, y tres siguen desaparecidos desde el viernes.
Los guías también enviaron una lista de reivindicaciones al gobierno, afirmando que si no las satisface, cancelarán todas las expediciones hacia la cima más alta del mundo.
Los sherpas reclaman que se cree un fondo de apoyo financiado por 30 por ciento de las sumas que pagan los montañistas para obtener el permiso de subir al Everest y que se dupliquen las indemnizaciones que otorgan los seguros en caso de accidente de este tipo, que actualmente se elevan a diez mil dólares. Guías, montañistas y jefes de expedición redactaron esta carta el domingo en el campo base del Everest, durante una reunión que realizaron para definir una posición común.
La Asociación de Montañismo de Nepal indicó que se dio un "ultimátum de siete días al gobierno" para que brinde una respuesta y que los participantes en la reunión "amenazan con dejar de escalar si no se cumplen" sus reivindicaciones.
Nepal había abandonado el domingo la búsqueda de los tres guías desaparecidos en el alud del viernes. Las autoridades descartan toda posibilidad de hallarlos con vida.
Los guías preparaban la llegada de los alpinistas durante la temporada alta.
El alud se produjo el viernes a unos 5.800 metros de altitud, en una zona que lleva al glaciar de Khumbu.
Este accidente puso en evidencia los enormes riesgos que corren los guías sherpas, que llevan carpas, alimentos, reparan las escaleras y colocan las cuerdas para ayudar a los alpinistas extranjeros, que pagan decenas de miles de dólares para llegar a la cima. "Tras perder a varios de nuestros hermanos y amigos no es posible que muchos de ellos continúen", dijo Pasang Sherpa, quien no se encontraba entre los que fueron atrapados por el alud. "Muchos de nosotros estamos asustados, igual que nuestras familias, que nos piden no regresar". Todas las víctimas pertenecían a la comunidad étnica sherpa, que sobrevive en buena medida de las actividades de la industria del alpinismo y el excursionismo de Nepal.