Rosario podría formar parte de las ciudades que prohíben la quema de neumáticos a cielo abierto como método de protesta. Más aún, esta conducta se haría acreedora a multas que van desde los 300 a los 1.500 pesos. La iniciativa activó una polémica con las organizaciones sociales que utilizan la combustión de cubiertas en distintas manifestaciones. "No se puede criminalizar la protesta", aseguraron. La idea se conoció ayer en el marco del Día del Medio Ambiente.
Entre los argumentos para prohibir la quema se citan los efectos sobre la salud ya que la combustión libera componentes altamente tóxicos, como derivados del azufre y del plomo, de comprobada acción cancerígena. Además, asegura que cuando se queman gomas en una protesta o huelga se está reduciendo la calidad y el tiempo de vida de las personas que respiran ese aire contaminado, especialmente la población más sensible como enfermos, ancianos y niños. Los efectos nocivos van desde enfermedades bronco-respiratorias, ahogos, asma y hasta cáncer pulmonar, además de afecciones a la piel, ojos y hasta insuficiencias cardíaca
"No he visto otra situación de quema de cubiertas más que en la protesta social y, aunque digan que no apunta a esto, de hecho se está centrando el debate en el tema", dijo a LaCapital el portavoz de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Eduardo Delmonte. Desde el Movimiento Teresa Vive, Claudio Cejas sintetizó la mirada sobre la iniciativa: "Se busca criminalizar la protesta". Según los integrantes de las agrupaciones sociales, la quema se realiza para marcar un límite en los cortes de calles o rutas y evitar que "algún imprudente pase de largo".
"Este no es un proyecto contra las protestas, es contra el perjuicio y el daño al medio ambiente y a la salud de los rosarinos", terció el concejal Jorge Boasso, autor de la idea. "Que cada cual haga la protesta como quiera, pero quemar neumáticos es un acto criminal porque aún en pequeñas dosis el humo tóxico afecta a las personas que lo generan y a quienes involuntariamente quedan expuestos", fundamentó.
"El caucho o neumático tiene un alto poder calorífico, por eso rompe el asfalto en el cual se quema", sostiene el escrito que ayer se presentó en la comisión de Ecología del Concejo. Además, propone que las multas vayan tanto a las organizaciones como a los particulares que exterioricen la protesta bajo esta modalidad.
Polémica. "Siempre que se quema hay un motivo, sería bueno escarbar para resolverlo antes que multar", dijo Delmonte. Y aseguró que la solución pasaría por el consenso con un tratamiento político en vez de una sanción. También dijo que las organizaciones que usan este recurso son conscientes de las consecuencias nocivas. "Hace rato que no quemamos en el centro porque hay comercios, gente que trabaja y no queremos confrontar con los vecinos", relató y fue por más sin eufemismos: "Los problemas que aquejan a la ciudad de Rosario son otros y no la quema de cubiertas".
Para Cejas, es innegable que la quema es tóxica. "Pero multar a la gente por protestar está mal, habría que buscar caminos de diálogo, porque esto es criminalizar la protesta, nadie quiere hacerlo, es una manera de lograr atención para que nos den una respuesta", enfatizó.
En virtud de los riesgos de esta combustión, subrayó que no pocas veces se apagan las cubiertas cuando "da vuelta el fuego y hay niños o embarazadas".