"He hablado del amor, de la vejez, de drogas, de encuentros, de la naturaleza. Nunca he pensado, ahora hago el social, ahora hago el rockero. No tiene sentido. Hago todo lo que me produce sentimientos fuertes". Así define Franco Simone las constantes de su larga carrera, tanto en Italia como en Argentina, donde llegó por primera vez a mediados de los 70. En el show que dará hoy, a las 21, en el City Center (Oroño y Circunvalación), no faltarán clásicos como "Paisaje", "Respiro" o "Río Grande", pero también incluirá parte de su nueva producción. Apasionado, sensible y con excelente humor, el artista dijo a Escenario que hacer música "es una cosa fantástica, es un milagro que la naturaleza te regala". Y en eso sigue, transmitiendo su entusiasmo, intacto desde hace más de cuatro décadas.
—¿Cómo va a ser el show, teniendo en cuenta una carrera tan larga?
—Hay un problema que es no se cuáles elegir porque debería cantar algo así como cuatro o cinco horas para estar contento y cantar todo lo que quiero y que me gusta (risas). Porque me gusta cantar, eh. Es mi trabajo pero es la primera cosa que me gusta. A veces canto solo, una noche entera. Para mi cantar es algo maravilloso. Estarán los temas que no pueden faltar, "Siempre tu", "Paisaje", "Respiro", "Río Grande". No puede faltar por ejemplo "Reflejo". Otro tema que tengo grabado, "Navegando", un duetto que canto con Irene Fornaciari, hija de Zucchero. En el equipo está el maestro Carlos Figueroa, el mismo que tuvo la dirección total del Festival de Viña del Mar, y una sorpresa, Michele Cortese, el mejor artista italiano joven, que es un rockero fantástico (ver aparte). Ahora que ya lo dije, ya no es más una sorpresa... pero será una sorpresa escucharlo (risas).
—Muchos compatriotas tuyos vinieron a Argentina antes o en la misma época que vos, como Raffaella Carra...
—La primera vez que vine a Argentina, Raffaella Carrá fue como mi madrina, fue muy amable. Dijo por favor vayan a escuchar a Franco Simone porque yo soy una figura distinta. Tenemos grandes músicos.
—En Argentina filmaste tus dos únicas películas, y tu música también se escuchó en "Viudas" de Marcos Carnevale...
—¡Las tengo...! (ríe) Recuerdo todo, fue una cosa linda. Está ahí un grandísimo artista, Ricardo Darín. Ahora se los digo orgulloso a mis amigos en Italia, mira soy amigo suyo y lo conocí cuando era jovencito como yo y ahora que se ha vuelto un actor de premio Oscar, estoy muy contento, orgulloso como medio argentino yo también.
—¿Cómo cambiaron las redes sociales las relaciones y las formas de comunicar el amor?
—Siempre he hablado de todo lo que me pasaba por la mente. He hablado del amor, de la vejez, de drogas, de encuentros, de la naturaleza. Nunca he pensado, ahora hago el social, ahora hago el rockero. No tiene sentido. Hago todo lo que me produce sentimientos fuertes. Pero hoy la diferencia es que me siento mucho más preparado. Antes decía quiero hacer un tema así, no se cómo va a venir, cómo sale. Ahora si decido hacer un tema y tengo la idea clara ya conozco el resultado final. Es como si yo te digo, hay tantos colores y ahora se como emplearlos porque estoy produciendo como nunca. Empezando por la ópera rock "Stabat Mater". Cuando era demasiado joven nunca lo habría hecho. No tenía la capacidad de hacerlo. Ahora pongo el amarillo, el azul, el rojo. Conozco mis posibilidades y se como se habla. Y esa es una cosa fantástica, es un milagro que la naturaleza te regala.
—"Stabat Mater" no es tu primer acercamiento a la música religiosa. Hiciste "Missa Militum", "Ave Maria", "Figlio d'amore", "Magnificat". ¿Cómo surge ese interés?
—Yo empecé a cantar en la iglesia. Yo era monaguillo. Conocía toda la liturgia de memoria (ríe). Recuerdo que tenía miedo y vergüenza porque tenía los zapatos rotos, entonces cuando me ponía de rodillas la gente que estaba atrás lo veía... Recuerdos de un niño pobre. Tenía vergüenza, porque los pobres tienen vergüenza y no debería ser así. Por eso me gusta este gran Papa Francesco, por la atención que reserva para la gente pobre. Está dando a la pobreza un valor como nunca. Además hasta los autores que no tienen fe religiosa han hecho cosas maravillosas porque es algo misterioso, que te puede inspirar. La música tiene eso, que te pone en contacto con algo que no se conoce. Y el arte es eso, algo que no se conoce pero que puede ser muy misterioso y muy interesante. La cultura es igual. Si pensamos en lo que hizo Michelangelo, por ejemplo. No se cuán religioso era, pero el hecho de hacer lo que hizo era una condición de admirar el misterio y el misterio en el arte es una cosa muy importante.
—Y la vas a interpretar en Roma y en Cuba...
—Sí, "Stabat Mater" es la cosa más importante en mi vida. Compuse esta música religiosa que habla del dolor de la Virgen frente al dolor de Jesús en la cruz. Es la misma letra del siglo XIII que han empleado tantísimos autores como Rossini, como Pergolessi. Es el sueño del pibe. Y gracias a Dios se está programando algo fantástico. El gobierno italiano me dio el patrocinio del Ministerio de la Cultura que nunca lo habían dado a un autor de música pop. Y lo haremos durante el Jubileo que está organizando este grandísimo Papa, el más grande de todos. Será el 15 de marzo con una gran orquesta sinfónica y ya me llamaron para presentarlo con la Orquesta Sinfónica de Cuba.
—Además del pop romántico y tu interés por los temas religiosos, también hablás de cuestiones sociales como en "Cara droga"...
—Sí, o como "El viejo del carromato", y siempre hago una canción que se llama "Mani d?amore", donde habla del problema de la inmigración, de la gente que por la pobreza tiene que dejar su familia, sus hijos e ir a trabajar al extranjero. Pero no lo hago porque lo decida. Son todas canciones de amor, de sentimientos que me acercan a los problemas, la tristeza o la alegría de la gente, canto sobre todo lo interesante que he vivido encontrando a la gente.
Antecedentes:
Vicentico y "Viudas"
“Tengo que agradecerle a Marcos Carnevale por incluir «Paisaje» en «Viudas», muy bien cantado por Vicentico. Excelentes las actrices, Valeria Bertucelli y Graciela Borges. Un filme que para mi es una obra maestra”.
De Viña del Mar al mundo
“Conmigo viene Michele Cortese, el mejor artista italiano joven y un rockero fantástico. Michele triunfó en el Festival de Viña del Mar (con “Per Fortuna”, de Franco Simone). Estoy dichoso de ser su productor”.
Mercedes Sosa y Pedro Aznar
“Me sucedió cinco oseis veces en mi vida de llorar por un tema, y dos fue con artistas argentinos. Una con Mercedes Sosa y otra con Pedro Aznar. Ella fue tan grande, tan sincera, tan apasionada, tan de corazón”.