Cuatro personas miembros de una familia recibieron condenas a ocho años de cárcel como coautores del homicidio de Hipólito Romero, a quien mataron a golpes en octubre de 2021 en la ciudad de San Javier. El crimen fue consecuencia de un conflicto en torno a un terreno y sus responsables, vecinos de la víctima, aceptaron sus respectivas penas mediante un procedimiento abreviado acordado entre las defensas y el fiscal Francisco Cecchini, quien estuvo a cargo de la investigación.
Romero tenía 65 años y vivía en el barrio El Triángulo, al noreste de San Javier, unos 150 kilómetros al norte de la capital provincial. La tarde del miércoles 13 de octubre de 2021 se encontraba en un descampado situado en Costanera Echagüe y Andía, terreno en torno al cual tenía un conflicto con una familia de la zona que, según una versión que corría entre los allegados de la víctima, se lo quería usurpar.
Fue en ese marco que Romero tuvo esa tarde una discusión que fue subiendo en intensidad hasta que sus violentos interlocutores lo terminaron atacando. Primero lo empujaron y le pegaron patadas y trompadas. Luego una mujer le pegó con una pala en el brazo derecho mientras un hermano de ella apodado “Bebote” le arrojaba ladrillazos.
Luego otro hombre le pegó con el mango de hierro de la pala entre las piernas y en la espalda, acción que Bebote también realizó con un poste de madera. Entre los agresores, un hijo de dos de ellos tomó la pala y le pegó a Hipólito en el rostro, lo terminó por derribar a la víctima, que siguió recibiendo golpes en el suelo.
Terminada la paliza, los propios agresores llamaron al 911 al notar que Romero estaba inconsciente. El hombre debió ser trasladado al Hospital Cullen de la ciudad de Santa Fe, donde tuvieron que operarlo y donde el sábado 16 falleció como consecuencia de los golpes sufridos.
Relato final
Pero antes de morir, Romero alcanzó a relatar lo sucedido e identificar a los agresores. Por el hecho fueron detenidos Juan Marcelo West, de 47 años; su pareja Mónica Patricia Uviedo, de 44; un hijo de ambos, Jon Brandon West, de 24; y un hermano de la mujer, Sergio Raúl “Bebote” Ortiz de 29. En un primer momento, Uviedo presentó el hecho como una reacción a una presunta amenaza recibida por parte de Romero, que la habría querido atacar con un machete mientras ella arreglaba un alambrado en el terreno en cuestión.
Pero esa versión fue desbaratada por vecinos e incluso testigos de la golpiza. En ese marco el fiscal Cecchini los imputó primero de lesiones graves, calificación que mutó a homicidio tres días después. Los cuatro familiares quedaron en prisión preventiva hasta que acordaron una pena de ocho años cada uno.
“Los atacantes tenían un conflicto previo con Romero y buscaron solucionarlo de una forma violenta y absolutamente reprochable. Actuaron de forma coordinada para hacerle daño a la víctima, conociendo, asumiendo y aceptando que podían provocarle la muerte”, aseguró el fiscal respecto del ataque.
“Los condenados empujaron y golpearon a la víctima con los puños, los pies y objetos contundentes. En un momento Romero cayó al suelo, donde lo patearon en reiteradas oportunidades en diferentes partes del cuerpo”, aseguró el fiscal.
Finalmente, en el marco del juicio abreviado los cuatro acusados fueron condenados como coautores de homicidio simple, sentencia dispuesta por el juez Gustavo Urdiales que homologó el acuerdo entre la fiscalía y la defensa en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.