"Con la falta de sanción y este grado de impunidad que se ha dado, promueven que siga el narcotráfico". Esa es la lectura que se hace desde la querella tras la decisión de la Cámara Penal de Rosario de absolver por el beneficio de la duda uno de los cuatro acusados de participar de triple crimen de villa Moreno después de que en primera instancia fuera condenado a 28 años de prisión. Norberto Olivares, abogado de una de las familias de las víctimas, planteó su sorpresa ante las "disímiles y antagónicas interpretaciones que hicieron seis jueces" (tres de primera instancia y tres del Tribunal revisor) y la "débil" argumentación de la resolución a través de la cual lo absolvió.
Tras las apelaciones de las sentencias condenatorias en el juicio oral por el triple crimen, el martes la Cámara Penal resolvió absolver por el beneficio de la duda a Brian "Pescadito" Sprío; confirmó la condena a 32 años de cárcel a Sergio "Quemado" Rodríguez (como autor material e intelectual de la masacre); y redujo la pena a Alejandro "Teletubi" Delgado, de 30 a 21 años (de coautor a partícipe necesario); y a Mauricio "Maurico" Palavecino, de 24 a 19 años de cárcel, también como partícipe necesario.
La decisión respecto a Sprío generó una profunda sorpresa y malestar entre los familiares de las víctimas y las organizaciones sociales y políticas que bregaron por el esclarecimiento del hecho donde murieron acribillados Jeremías "Jere" Trasante, de 16 años; Claudio "Mono" Suárez, de 20; y Adrián "Patom" Rodríguez, de 19, el 1º de enero de 2012 mientras esperaban en la canchita de Presidente Quintana y Dorrego para festejar el año nuevo con amigos.
Agua fría. El abogado querellante Norberto Olivares dijo que la decisión de la Cámara respecto a Sprío "fue una sorpresa y generó un impacto muy fuerte sobre los familiares. Un baldazo de agua fría", describió en declaraciones a La Ocho sobre las derivaciones emocionales del fallo.
En el terreno estrictamente jurídico, el abogado recordó que la sentencia tiene aspectos trascendentes, como el rechazo de las nulidades planteadas por las defensas, lo que le otorga "legalidad a todo el procedimiento". Y aunque recordó que la querella había solicitado una condena "ejemplar" de 35 años para El quemado, se mostró conforme con la confirmación a 32 años de cárcel.
Respecto a Pescadito, Olivares indicó que se hizo "una doble interpretación entre los seis jueces (tres que lo condenaron y tres de la Cámara Penal que lo absolvieron). Es difícil de explicar cómo pueden ver cosas tan disímiles y antagónicas sobre los mismos hechos", fustigó. En ese orden recordó los fundamentos de la camarista Georgina Depetris, a los que adhirió Daniel Acosta y se opuso Adolfo Prunotto, que le dio sustento al testimonio de Ezequiel "El negro" Villalba (a quien fue a buscar Rodríguez aquella noche para vengar un ataque previo contra su hijo) "que era el jefe de la banda con la que tenía disputas territoriales por narcotráfico".
"Durante el juicio oral esta persona dijo que vio a los tres imputados, pero que «sinceramente» no observó a Pescadito, aunque «presumía» que estaba allí. Además, la jueza apunta que hay testigos que lo vieron a la hora del ataque en Constitución y avenida del Rosario (donde llevó el BMW que utilizaba el hijo de El quemado cuando fue baleado horas antes), por lo que no se puede probar que estuvo en la canchita del club Oroño", refirió Olivares sobre los argumentos de Depetris para absolver a Sprío.
Inentendible. "Es muy débil (la argumentación) para dejar libre a una persona que ya había sido condenada. No se puede entender que un Tribunal lo condene a 28 años y a los pocos meses otro lo deje libre. Las consecuencias que puede tener esta liberación son de una potencialidad tan tremenda que llevaremos el planteo a la Corte y veremos si podemos tener éxito", remarcó sobre el recurso de inconstitucionalidad que prepara la querella.
El abogado finalmente recordó que Sprío tenía condenas porque en su casa "le encontraron una granada, estupefacientes, una balanza, y una 9 milímetros armas. No es una carmelita descalza. Con la falta de sanción y este grado de impunidad que se la ha dado promueven que siga el narcotráfico. Lejos de atacarlo y condenarlo, los pibes del los barrios van a ser objeto y víctimas de su reclutamiento como soldaditos, o muertos por la violencia que este fenómeno estructural está provocando en Rosario".