Tres mozos (corredores), dos australianos y un español, fueron corneados y sufrieron heridas graves ayer en el último y más largo encierro de las fiestas de San Fermín en Pamplona (norte).

Tres mozos (corredores), dos australianos y un español, fueron corneados y sufrieron heridas graves ayer en el último y más largo encierro de las fiestas de San Fermín en Pamplona (norte).
Otros cuatro corredores fueron hospitalizados por diversos contusiones y traumatismos causados por caídas y golpes durante el recorrido que lleva a los toros desde los corrales a la plaza de toros por las estrechas calles de Pamplona, según las autoridades regionales.
Uno de los toros, de nombre Olivito y de 595 kilos, resbaló y se quedó aislado, girándose desorientado hacia los corredores vestidos de blanco y con el tradicional pañuelo rojo al cuello. En la llamada curva de la Telefónica, el animal alcanzó a un corredor al que embistió en numerosas ocasiones. El joven buscó guarecerse en una pared pero fue arrancado violentamente por el toro, que lo arrastró unos metros mientras lo corneaba. Unos agentes de policía lograron poner a resguardo tras un vallado al corredor, que mostraba una impresionante herida de unos treinta centímetros en un muslo.
Luego, Olivito siguió la carrera pero embistió a otro corredor propinándole otras tres cornadas.
Los dos corredores corneados tienen graves heridas. Uno de los mozos, de 21 años, es vecino de la localidad navarra de Burlada. Tiene heridas por asta de toro en los dos muslos y en el perineo. Su pronóstico, de momento, es reservado. El otro mozo es un joven australiano, de 26 años, quien tiene heridas por asta de toro en el hemitórax, en el abdomen y en el muslo. Su estado es grave. Posteriormente, se ha identificado a un tercer herido por asta de toro en el muslo derecho: otro australiano de 24 años.
Olivito continuó su recorrido por la calle Estafeta dándose la vuelta constantemente, incluso intentando hacer el recorrido en sentido contrario, lo que ha provocado numerosos momentos de pánico. Finalmente terminó el encierro, que duró 4 minutos y 58 segundos, el más largo de todos los Sanfermines.
Hubo otros cuatro heridos de distinta consideración, un navarro de 33 años, dos madrileños y una mujer residente en Logroño.
Estos sanfermines se cerraron así con una de las carreras dramáticas que se recuerdan.
Pobre de mí. "Ahora toca guardar los pañuelos porque ya falta menos para las fiestas de San Fermín de 2015". Con esas palabras, tristes pero llenas de ilusión, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya dio ayer por finalizadas las fiestas de San Fermín de este 2014. Tristeza porque hoy toca volver a la realidad. Ilusión porque sólo quedan 356 días para que Pamplona vuelva a disfrutar de las mejores fiestas del mundo.
Los miles de personas que abarrotaban la plaza Consistorial lanzaron un sonoro "¡No!" en el momento en que Maya anunciaba que "pamplonesas, pamploneses, han terminado las fiestas de San Fermín".
Un enorme manto rojo sólo iluminado por miles de velas al cielo despedían unos Sanfermines de excepción.
Hoy, todos los visitantes abandonarán la ciudad, muchos pamploneses se irán de vacaciones y Pamplona quedará "vacía", después de estar atestada por casi un millón de personas.