En la AFA parece que la calma está en un equilibrio inestable y los poderes que se disputan la conducción de la entidad apenas pueden convivir. Si bien en el mediodía de ayer se juntó la denominada mesa chica, donde estuvo el presidente Luis Segura y por primera vez participó el vice de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, los candidatos a la presidencia, por la noche en la reunión de comité ejecutivo volvieron los chisporroteos entre el aspirante al trono y la actual conducción. Y todo por el manejo de las cuentas. El informe que presentó el oficialismo contradijo a lo que tiempo atrás había dicho la oposición y eso propició que el titular santo, Matías Lammens, abandonará la sesión.
Lammens había dicho hace un mes que la AFA corría el riesgo de entrar en default pero ayer el tesorero de la entidad, el presidente de Banfield, Eduardo Espinoza, anunció un superávit de más de 6 millones, que llevó a Segura a decir que “no se corre riesgo alguno de pedidos de quiebra y podemos soportar cualquier auditoría”.
Y luego de escuchar el informe, en el que se precisó que la deuda de los clubes con la AFA asciende a casi un millón de pesos, Lammens se levantó y se retiró. Eso supone un nuevo capítulo en esta batalla que se intenta atenuar pero que es difícil de tapar y que sugiere que la convivencia de Segura y Tinelli es por demás de inestable.