Las mujeres una vez más llenaron el estadio de Rosario Central para escuchar, gemidos mediante, a Luis Miguel y él es un antipático total. Por suerte este año no vino Arjona a aturdir a los rosarinos pero ellas le siguen siendo fiel y son felices escuchando al músico demagogo que le canta al período femenino. Las más veteranas hacen fuerza por la total recuperación del gitano Sandro y preparan lencería nueva para un futuro encuentro. Mientras tanto, los varones ven en vivo o por televisión cómo 22 futuros millonarios corren detrás de una pelota. Se pelean, no duermen si su equipo pierde o se ponen de mal humor y tratan mal a las esposas. El hombre discute de política pero son las mujeres las que luchan. Norma Pla lo hizo llorar al ex ministro Cavallo y quienes lucharon por los desaparecidos no fueron los padres o abuelos sino las madres y abuelas. La mujer de hoy da vida, en algunos casos aguanta más de lo debido a maridos estúpidos e insoportables, trabaja, estudia, cuida a sus hijos y en muchos casos es el sostén del hogar. Hay excepciones como en todo pero generalmente es el hombre el que golpea, abusa, viola, roba o mata. Por eso espero que las mujeres más hermosas del país, las rosarinas, sigan siendo así. Y si quieren tirarse al piso por Luismi o por algún stripper en alguna fiesta exclusiva, disfruten que sólo se vive una vez. No cabe ninguna duda, las mujeres son perfectas, espléndidas personas y por supuesto mucho mejores que los hombres.