El maquinista Julio Benítez quedó más complicado por el choque de la formación en la estación de Once el sábado pasado, luego de que se estableciera que la sangre encontrada en el disco de control que había sido arrancado era la suya, y que posee una "personalidad psicopática", según una pericia psicológica.
"Tiende a la simulación", señala la pericia que recibió el juez federal Ariel Lijo, quien ayer volvió a indagar al maquinista para comunicarle las pruebas en su contra y escuchar de éste la misma respuesta: "Estuve tratando de recordar pero no lo logré".
El motorman también dijo que la imágenes de un video en la que se lo ve tomando sol, cantando y diciendo que se va a dormir fueron "a modo de protesta" por la instalación de las cámaras en la cabina de los maquinistas, tras el accidente de Castelar este año.
Benítez quedó detenido y en las próximas horas sería enviado a un centro médico para realizarle la operación del tabique nasal, lesión que se produjo durante el choque donde además resultaron heridas unas 80 personas, mientras Lijo resuelve si lo procesa y en base a qué imputaciones.
Fuentes judiciales estimaron que el juez lo procesará por estrago culposo, dado que el choque se habría producido por negligencia o imprudencia porque excedió las velocidades normatizadas para ingresar a la estación terminal de Once.
A ello se le sumaría la "sustracción y ocultamiento de pruebas" por el robo del disco, que quedó demostrado con la compatibilidad de la ADN de su sangre con las manchas del disco arrancado, que echan además por tierra la defensa de su gremio, La Fraternidad, de que ese elemento fue colocado en su mochila por "gente extraña".
Finalmente, Benítez será imputado por el delito de lesiones de los heridos atendidos en distintos hospitales, con el agravante de que a una mujer, Elina Sanguinetti, debieron extirparle el bazo.
Pese ello, fuentes judiciales consideraron posible que una vez dictado el procesamiento el juez libere, levantándole la prisión preventiva, ya que los delitos que se le imputan son excarcelables.
"Desde mi última declaración continué con mi problema, o sea estuve tratando de recordar el episodio y no lo logré", dijo durante la indagatoria de ayer el motorman, quien añadió: "Tenga por seguro que cuando me acuerde algo se lo voy a hacer saber".
"Es un mentiroso", dijo un vocero judicial luego de leer los resultados de las pericias de los forenses que dependen de la Corte Suprema.
El estudio de ADN arrojó que la sangre tanto en el disco como en el DVR, la gaveta que lo almacenaba en la cabina de conducción, pertenece al maquinista detenido, lo que probaría que fue él quien lo arrancó y guardó en su mochila.