El barrio Acindar ha quedado muy lejos de aquella impronta de barrio jardín fundado por la empresa siderúrgica, cuyos empleados se ufanaban de ganar salarios multiplicados cinco veces en relación a cualquiera de los otros entes o industrias. Hoy son otras las cualidades que lo distinguen, ya que se ha mixturado con todo el espectro de la ciudad a partir de la apertura del bulevar Avellaneda y la avenida Francia.A partir de varios complejos de viviendas sociales, cuyos habitantes totalmente ajenos a aquel pasado van forjando un bienestar muy distinto pero igualmente digno. El barrio Acindar, ahora rediagramado en derredor al distrito del Sudoeste, sueña con nuevas innovaciones: muy atrás ha quedado aquel país de las "tres chimeneas" (su estandarte más preciado), el futuro lo invita pleno de ciencia y tecnología y sus moradores están dispuestos a no perder la oportunidad.