El plan de Mónica Fein para unificar las áreas de control e inspección municipal disparó las primeras resistencias del Concejo. Ediles opositores adelantaron su rechazo a avalar la venta del inmueble donde hoy funciona Control Urbano, en Pichincha, operación clave para financiar la construcción de la futura sede de la Agencia de Seguridad Vial. Distintos bloques cuestionaron que la Intendencia busque desprenderse de su patrimonio y volvieron a poner el acento en el mal estado de las cuentas locales.
Para aprobar la venta de la sede de Control Urbano, ubicada en avenida Rivadavia y Pueyrredón, el oficialismo necesita una mayoría especial, 15 votos sobre 22 concejales que tiene la ciudad. Y al menos ocho ediles adelantaron su negativa a la iniciativa, poniendo de ese modo en peligro la estrategia del Palacio de los Leones.
La idea del Ejecutivo apunta a destinar el millón y medio de dólares producto de la venta del edificio donde funciona Control Urbano para financiar la futura sede de la Agencia de Seguridad Vial en Francia al 1800, que funcionará junto al Centro de Control y Monitoreo, al Ente de la Movilidad, la Dirección de Tránsito y el Sideat (Sistema Integrado de Denuncias de Accidentes de Tránsito).
A su vez, para unificar las áreas de contralor ya existentes, Control Urbano confluiría en el edificio de la Guardia Urbana Municipal en Richieri y Zeballos junto a la propia GUM y la Subsecretaría de Prevención y Seguridad Ciudadana.
El secretario de Planeamiento municipal, Pablo Barese, precisó que el inmueble de la discordia tiene 425 metros cuadrados de superficie y al estar incluido dentro del área de renovación urbana de Pichincha, allí se podrá construir una torre de hasta 66 metros. Se trata de "un espacio público pero de uso privado del Estado municipal", por lo que antes de licitar la venta del terreno, el Concejo debe habilitar su desafectación.
En el Palacio Vasallo ya se alzaron varias voces en contra del proyecto. El concejal Héctor Cavallero (PPS) adelantó su negativa a la iniciativa y la de su compañera de bancada, María Fernanda Gigliani. "Ahora se quiere vender esa propiedad porque tiene gran valor inmobiliario. Para eso que vendan el Palacio de los Leones. Sinceramente, me parece una barbaridad. No hace otra cosa que confirmar algo que sostengo hace años: la Municipalidad está fundida porque los egresos son mayores que los ingresos", afirmó el ex intendente.
El justicialista Osvaldo Miatello confirmó a La Capital su voto negativo y el de Diego Giuliano. "No tiene sentido vender un inmueble propio para arreglar otra dependencia. Otra historia sería utilizar esos fondos para políticas de viviendas o para comprar patrulleros para la policía. Esto no se entiende", disparó.
El radical Jorge Boasso anunció a este diario: "No vamos a levantar la mano para descapitalizar a la Municipalidad para concretar un reordenamiento operativo. Es un desatino vender las joyas de la abuela para financiar el gasto de funcionamiento". Después ratificó que votará en contra, junto a su par María Eugenia Schmuck.
Desde el kirchnerismo, Roberto Sukerman y Norma López ya habían advertido: "La Municipalidad no es una inmobiliaria. La financiación debe surgir del presupuesto y no de la venta del patrimonio".
Alberto Cortés (Proyecto Sur) no confirmó su voto negativo pero lo deslizó. "La idea de la Intendencia es muy llamativa", indicó.