Se viene el clásico dólar versus tasas. El gobierno desea planchar el dólar, para controlar la inflación. La suba de tasas incentiva a realizar inversiones en pesos. Acciones muy selectivas, y bonos planchados. Sin grandes noticias en el horizonte, comenzaremos un mes de febrero lleno de interrogantes.
En primer lugar, los préstamos puente de los bancos extranjeros se siguen demorando. Se comenta que serían u$s 5.000 millones a una tasa del 7% anual, a un año de plazo.
En segundo lugar, no hay información sobre el crédito de u$s 2.000 millones que aportarían los chinos. En tercer lugar, no se volvió a hablar de nuevas licitaciones de bonos, luego de la fallida colocación del Bonar 2020.
En materia de precios de materias primas que exportamos, no hay en el horizonte un escenario de suba para la soja.
Los chinos han rechazado algunos embarques y el precio cayó estrepitosamente, si a esto le sumamos que el clima no ayuda, no hay un escenario de grandes exportaciones para el año 2016.
En este contexto, el gobierno se muestra muy blando para aprobar las importaciones, esto podría despertar una mayor demanda de dólares, en el correr del primer trimestre del año.
El Banco Central, en sus primeros 50 días de gobierno, salió a absorber más de 90.000 millones de pesos, pagando en promedio, una tasa del 32% anual.
Se vienen altos vencimientos de pesos en el correr de las próximas semanas. En la medida que juegue a bajar la tasa de interés, habrá un corrimiento a la suba del dólar.
Iinflación. Todo hace presumir un escenario de tasas que seguirán elevadas en el trimestre, con un dólar que se pondrá más calentito, en la medida que vamos ingresando al mes de marzo, en donde los importadores estarán más activos.
En materia de inflación, el mes de enero terminaría con un índice que se ubicaría en torno del 3%, sin embargo, febrero, y debido a la suba de tarifas, podría medir más del 4%, esto nos colocaría en una inflación que rondaría entre el 9% y 10% para el primer trimestre del año.
Esto implicaría una inflación piso del 28% al 30% anual. En un escenario optimista.
En este contexto, la discusión de las paritarias difícilmente se pueda sostener con un incremento del 25% anual como pretende el gobierno.
Daría la impresión que el gobierno deberá ceder a los reclamos, o la conflictividad social podría sobrevenir desde marzo en adelante. La paritaria docente es el termómetro de lo que vendrá.
El triángulo inflación, paritarias, y como consecuencia de ambos, precio del dólar, comenzará a dominar la escena económica, y esto impactará en los mercados de acciones y bonos.
Los bonos muestran precios elevadísimos. Los bancos le prestarían al gobierno a un año vista a una tasa del 7% anual, esto implica que los bonos deberían tener rendimientos por encima de dicha tasa, algo que en la actual coyuntura no ocurre.
En materia de acciones, se nota una reacción positiva en las acciones petroleras, en principio, habría una menor oferta de crudo a nivel mundial, lo que haría que el petróleo arbitre a la suba, y genere mayores utilidades a empresas del sector.
El sector energético debería mostrar precios a la suba, gracias al sinceramiento de tarifas que propone el gobierno nacional.
Los bancos, que se mostraron muy firmes en la caída del mercado en el mes de enero, están mostrando un comportamiento cansino. La demora en el ingreso de divisas del exterior, genera más dudas en el escenario.
No hay que olvidar, que el tercer viernes de febrero opera el vencimiento del mercado de futuros y opciones, que siempre genera una mayor oferta de papeles en la plaza local.
Tasa versus dólar. En conclusión: el dilema del gobierno es tasa o dólar. Una suba de la tasa de interés traerá como consecuencia mayor recesión. Una suba del dólar, puede despertar el fantasma de la suba de precios.
Una inflación en ascenso implica problemas en la negociación de las paritarias.
Al mismo tiempo, una mala negociación con los gremios traería consigo un fogonazo inflacionario que estallaría en el segundo trimestre del año.
El gobierno tiene un escenario de manta corta. Necesita que ingresen dólares del exterior y achicar el déficit fiscal, a su vez que dar señales que tiene dominada la inflación.
El clásico dólar y tasas comienzan a jugarse en febrero, justo en el inicio del campeonato de primera división, están los fanáticos de uno y otro bando.
Daría la impresión que el gobierno quiere planchar al dólar, por ende, todos los caminos conducen a una suba de tasas.
La actividad económica sigue muy planchada, en la medida que los salarios sean 2015, y los precios 2016.
Nada nuevo en el horizonte, todo muy similar a lo que sucedía un año atrás.