Dos hombres fueron detenidos por la policía de Paraguay acusados de haber
participado en el crimen del empresario sojero argentino Esteban Andreoli, cuyo cadáver fue
encontrado la madrugada del miércoles en la residencia de su estancia, en el noreste del vecino
país. Los apresados son un guardia de la finca, Alfonso Ayala, y el peón Hilario Villalba, quienes
habrían actuado junto a un tercer hombre aún prófugo.
Según el fiscal Ramón Trinidad Zelaya, tanto Andreoli como el administrador de
la estancia, el ingeniero agrónomo paraguayo Modesto Gamarra, fueron asesinados con fines de robo.
Ambos hombres fueron sorprendidos la madrugada del miércoles cuando dormían en la residencia de la
estancia Marangatú, ubicada en el departamento de Canindeyú. Los cadáveres presentaban signos de
haber recibido torturas y profundos cortes en los cuellos.
Apenas conocido el doble crimen, la policía puso sus ojos en Ayala. Es que el
hombre se había ausentado de la caseta en la que montaba guardia en los límites de la estancia de
2.400 hectáreas. Tras 24 horas, fue detenido en su casa, a unos 10 kilómetros de la estancia.
El fiscal indicó que Ayala confesó haber sido obligado a cometer el crimen por
Hilario Villalba, encargado de limpieza en la estancia y también detenido. En tanto, otros siete
empleados del establecimiento, que habían sido demorados, fueron liberados tras prestar
declaración.
Hipótesis."Nosotros sostenemos que el crimen fue con fines de robo y que las
víctimas fueron asesinadas porque conocían a los ladrones. Esto porque se emplearon armas blancas y
porque no había dinero en el bolsillo de las víctimas. Fuera del dinero no se llevaron nada más",
señaló el fiscal.
En cuanto a la hipótesis del ajuste de cuentas, el fiscal descartó que se haya
empleado la pista de aterrizaje de la estancia para enviar contrabando a Brasil. "El accionista
mayoritario de la empresa, Claudio Andreoli, nos explicó claramente y presentó documentos que
prueban que la empresa trabaja legalmente en la producción de soja. La pista es empleada para su
aeronave", puntualizó.
"Tampoco existen amenazas, ellos no denunciaron nada, no tuvieron problemas con
narcotraficantes ni contrabandistas, como se dijo, y tampoco con campesinos sin tierras, por lo que
descartamos una venganza o un ajuste de cuentas", agregó el fiscal Zelaya.
Andreoli era ingenieron agrónomo y tenía 28 años. Oriundo de la localidad
bonaerense de Moquehuá, cerca de Chivilcoy, era el único hijo varón de una familia que tiene 100
mil hectáreas en Argentina, 15 mil en Uruguay y la estancia paraguaya donde mataron al joven.