En este año que se inicia, el del Bicentenario, un nuevo aniversario de nuestro glorioso 25 de Mayo de 1810, deseo que los argentinos estemos más unidos, que desaparezca la pobreza, que haya igualdad de condiciones para todos, que volvamos a tener seguridad contando con una policía respetada y un Poder Judicial independiente. Deseo que la salud pública cubra las necesidades de la población y que la educación pública vuelva a ser la que Sarmiento forjó. Que no hayan ni niños ni ancianos abandonados ni maltratados. Que haya trabajo para todos, con remuneraciones justas, y que podamos prescindir de los planes sociales. Que el maestro y el médico reciban salarios acordes a las grandes responsabilidades que les corresponden asumir. Que los jubilados gocen de su "jubileo" de acuerdo al dinero que aportaron, sin ser esquilmados ni avasallados. Deseo también que no hayan arbitrariedades ni corrupción, y que se vuelvan a respetar las instituciones. Por último, en este año del Bicentenario tratemos que nuestro voto del 2011 sea reflexivo y meditado para no repetir errores que impidan la materialización de estos deseos, por el bienestar de nuestra patria.