Su sonrisa es una marca registrada en la televisión argentina. Y no es un rasgo
de frivolidad. Es que la simpatía de Mariana Fabbiani marca el camino del buen sentido del humor de
"RSM", la llave que abre puertas para que este ciclo lance su quinto año consecutivo al aire. "Soy
una convencida que desde el humor se pueden decir las cosas más críticas y más tremendas", dijo la
conductora, que regresa desde este lunes, de lunes a viernes, a las 21, por América.
—¿Con cinco años en el aire sentís la misma expectativa que en el primer
ciclo?
—Y... arrancamos por el 2002, es un programa que ya es parte de mi vida,
de verdad, y lo disfruto. No es un sacrificio ir a trabajar, todo lo contrario. Estoy con mucha
expectativa, todos los años me pasa lo mismo, no es un programa que lo hago de taquito, hay cosas
nuevas, quiero que se mejore y vivo este estreno como si se empezara de nuevo.
— ¿Qué significa para todos la ausencia de Maju Lozano?
—A Maju la vamos a extrañar muchísimo, obviamente. A mí me dio mucha pena
su partida pero la entendí, es mentira que estuviéramos peleadas, te lo digo antes que me lo
preguntes, se armó un rumor, pero nada más. Yo, personalmente, intenté que Maju creciera, de hecho
es un orgullo para mí, fijate que cada vez que yo me iba de viaje o no podía hacer el programa, la
dejaba a Maju en la conducción, fijate hasta qué punto no me molestaba. Generalmente las
conductoras dejan hombres para que las reemplace (risas).
—¿En este ciclo habrá un debut tuyo en lo actoral?
—Bueno, la verdad que no siento que esté debutando como actriz. Si bien
nunca trabajé en una novela durante muchos meses, empecé mi carrera como actriz ("Son de Diez", "Mi
familia es un dibujo", "Montaña rusa", "Pensionados"), aunque fueran bolos chicos. Pero esto es un
sketch, que más que nada es para divertirnos nosotros, es algo que teníamos ganas con Humberto
(Tortonese) hace mucho tiempo y la verdad es que hay tanto talento actoral en el programa que era
una pena desperdiciarlo.
—¿Ustedes ya hicieron parodias en ciclos anteriores?
—Sí, hicimos en los camarines, pero esto es una novela, hay escenografía
propia, tiene una continuidad, no es un sketch así nomás. Hay una historia detrás, Humberto es mi
mamá, yo soy una conductora de un talk show bastante impresentable, que espero nunca tener que
conducir en la vida real (risas), y mi hermano es Mariana Briski. Es una familia muy disfuncional,
obviamente, donde todos viven de mí y tengo una relación muy particular con mi mamá, y mi vida es
muy diferente en la tele que en la vida real. Es una parodia a la persona/personaje, que muchas
veces uno ve en este medio y por suerte no me pasa.
—¿Los medios les siguen dando letra para ironizar sobre la realidad?
—Sí, creo que cada vez más (risas). Depende qué medio, pero hay una
farandulización general de la información. Yo quisiera este año recuperar un poco lo que teníamos
al principio, que es la gráfica, internet, la radio, y cómo los diferentes medios abordan la misma
información, eso es muy interesante de ver. Pero la invasión de noticias faranduleras están en el
80 por ciento de los medios, y de eso también vamos a hablar, porque es parte de los medios, pero
con nuestra propia mirada, sin tomar en serio lo que no se puede tomar en serio y sin dejar de
ocuparnos de cosas que son también importantes. Por supuesto no podemos ser indiferentes a tanto
escandalete veraniego (risas), vamos a darnos un festín, creo, pero también miramos otras
cosas.
—¿Cuando son temas tan candentes y tan sensibles en la sociedad se puede ironizar
igual?
—Creo que hay que tener cuidado, no siempre. Soy una convencida que desde
el humor se pueden decir las noticias más críticas y tremendas. No significa que haya que usar un
tono solemne y poner cara de preocupación para tomar en serio un tema. A veces desde el humor se
puede ser igual de crítico. Con lo del campo puntualmente nos pasó que a veces sentíamos
contradicciones, que es la misma que vive la tele. Estábamos hablando de Nazarena Vélez, por
ejemplo, y la gente salía a la calle y no se sabía si el país se venía abajo, y de golpe tenés que
ir a un móvil en exteriores. Es nuestra realidad y está bueno navegar las aguas de la manera más
natural posible. Yo no le tengo miedo a los temas serios y tampoco usar el humor con los temas
serios, se puede ser igual de crítico sin que signifique ser liviano.
—¿En "RSM" el humor es la esencia del programa?
—Yo creo que sí, es la base del programa, para mí básicamente es un
programa de humor y de entretenimiento, más este año que vamos a tener muchos juegos. El humor, la
ironía, esto de tener un doble lenguaje es la base de "RSM", o sea, hablar de las cosas que habla
todo el mundo y dar la sensación que estás opinando desde un lugar común que opinan todos,
políticamente correcto, y sin embargo estás diciendo otra cosa. Además, yo no concibo la vida sin
humor. Si me toca conducir un noticiero me muero de tristeza (risas).
—¿Con tanto tiempo al aire en América, evaluaste la posibilidad de emigrar a alguno
de los dos canales más poderosos?
—En lo personal, los dos canales me ofrecieron proyectos, y pese a que
siempre está la tentación de un canal grande, estoy muy agradecida a América. Creo que en un
momento donde la tele está tan insegura, que todo parece que se terminara de un día para el otro,
es un orgullo tener la posibilidad en un canal donde podés probar cosas, donde podés cuidar la
artística del programa, donde te podés dar el lujo de no competir con el rating todo el día sino
contra uno mismo. También valoro mucho estar ocupando el prime time durante tantos años. Entonces
no quise renunciar a eso, es un espacio que defiendo y estoy agradecida. Siempre en mi carrera di
pasos cortos y seguros, trato de no vivir demasiado apurada y disfrutar lo que uno está
viviendo.
Novedades
“RSM” viene con novedades. Lo más atractivo promete ser el sketch,
pero también habrá juegos, como el “Trabaletras” (un formato de la BBC Worldwide) y
“Doblados”, en el que los famosos prestarán sus voces para doblar películas. Coco Sily
seguirá con sus cátedras del macho argentino y se incorpora el Bicho Gómez.