En Correa, el río Carcarañá superó el lunes por la noche los 8,12 metros de altura, lo que obligó a evacuar a seis vecinos del barrio Bajada de las Lanchas —cuatro menores y dos adultos— que permanecen alojados en el salón comunitario. Bomberos Voluntarios y personal de Defensa Civil montaron un operativo de asistencia con camas, mantas térmicas y provisión de alimentos.
“La creciente avanzó con rapidez y perforó los diques de arena. El agua ingresó a las viviendas y hubo que actuar de inmediato”, explicó Elías Mustafa, jefe del cuerpo de bomberos local.
La ruta 9 cortada
A la par, la vieja traza de la ruta nacional 9 entre Carcarañá y Correa permanece cortada desde el lunes por la noche. El agua cubrió el tablero del puente y amenaza con comprometer sus pilas de hormigón. Técnicos de Vialidad Nacional inspeccionan la estructura y no descartan daños por erosión en los estribos. El tránsito fue desviado hacia la autopista Rosario–Córdoba, con demoras superiores a las dos horas en horario pico.
La Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) confirmó que, al cierre de esta edición, permanecen cortadas siete rutas en el sur santafesino. Entre ellas, la RN 9 vieja entre Armstrong y Carcarañá, la RN 34 entre San Genaro y Totoras, y la RN 11 en el acceso a Pueblo Irigoyen y entre Barrancas y Arocena. También se registran cortes en la RP 15 hacia Cruz Alta, y circulación asistida en la RP 14 a la altura de María Teresa.
Comunas afectadas por el Carcarañá
Las localidades de María Teresa y La Chispa fueron de las más afectadas por el temporal. En apenas 24 horas, se registraron precipitaciones superiores a los 300 milímetros, convirtiendo a este agosto en el mes más lluvioso desde que existen registros en la provincia.
En La Chispa, 22 personas fueron evacuadas preventivamente. Aunque el agua no ingresó a las viviendas, las calles quedaron completamente cubiertas y se trabajó toda la noche con maquinaria para desviar el flujo desde los campos. “La totalidad del pueblo estaba anegada”, indicó Pedro Obuljen, director de Protección Civil para la zona sur.
En María Teresa, varias manzanas quedaron bajo agua y se suspendieron las clases. Equipos municipales, bomberos y personal provincial desplegaron motobombas, generadores y refuerzos de limpieza para favorecer el escurrimiento. La RP 14, que conecta con la localidad, sigue con tránsito asistido por personal vial.
Agua en las viviendas
En Christophersen, las lluvias provocaron el ingreso de agua en viviendas y la caída de árboles. El municipio activó un protocolo de emergencia con asistencia alimentaria y relevamiento de daños. En Arteaga, la RP 92 entre esa localidad y Cruz Alta estuvo cortada durante 48 horas, aunque fue habilitada este martes tras el descenso del nivel del agua.
Los Quirquinchos también sufrió anegamientos en zonas rurales y cortes temporales de energía eléctrica. La comuna trabaja en la reposición del servicio y en la limpieza de calles con maquinaria pesada.
En contraste, el centro-norte santafesino registró daños menores. En Helvecia, los fuertes vientos provocaron la voladura de tres techos, mientras que en Cayastá y Saladero se reportó caída de postes de luz y árboles. No hubo evacuados en esta región y las rutas permanecen transitables.
Asistencia y monitoreo
El Ministerio de Salud de Santa Fe activó protocolos de prevención sanitaria en las zonas afectadas. Se distribuyen artículos de limpieza y se refuerza la atención médica para prevenir enfermedades vinculadas al agua estancada, como la leptospirosis. “Estamos coordinando con hospitales y centros de salud para atender cualquier síntoma compatible con infecciones hídricas. El agua trae bacterias y hay que actuar rápido”, explicó Obuljen.
La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) mantiene activo el monitoreo del río Carcarañá, especialmente en zonas donde el cauce compromete a los puentes. El agua proveniente de Córdoba podría demorar varios días en llegar, por lo que se mantiene la alerta en localidades ribereñas como Correa, Carcarañá Andino y Oliveros.
El Servicio Meteorológico Nacional anticipa condiciones estables para los próximos días, lo que permitiría una bajante gradual y la rehabilitación de rutas. Sin embargo, las autoridades recomiendan evitar transitar por zonas anegadas y mantenerse informados a través de los canales oficiales.
La emergencia hídrica en la cuenca del Carcarañá y el sur santafesino dejó un saldo de evacuados, rutas cortadas y daños materiales que aún se evalúan. La respuesta articulada entre municipios, bomberos, Protección Civil y el gobierno provincial permitió contener los efectos más graves, pero la magnitud del fenómeno obliga a repensar las defensas hídricas y los sistemas de alerta.
Mientras los evacuados aguardan el regreso a sus hogares y las rutas comienzan a despejarse, el desafío será convertir esta experiencia en planificación: reforzar infraestructuras, actualizar mapas de riesgo y garantizar que, ante la próxima tormenta, la provincia esté mejor preparada.