Eva Perón -hace 65 años- lo eligió como sede de la mítica fundación que llevó su nombre. Desde ese mismo edificio, Eva se convirtió en Evita, y entró en la historia distribuyendo bienes materiales, culturales y simbólicos para millones de argentinos que nunca antes habían tenido nada entre sus manos.
Desde ayer, el Palacio del Correo, en el centro de Buenos Aires, se convirtió en Centro Cultural Néstor Kirchner, el más grande de Latinoamérica. 116 mil metros cuadrados, nueve pisos, un auditorio central para 1950 espectadores, otros seis auditorios, 15 mil metros cuadrados para exhibiciones, 40 salas de exposición y 16 de ensayo entre muchos otros espacios.
En medio de un clima emotivo impregnado por el recuerdo del líder fundador del movimiento kirchnerista, se mezcló cierto de aire de despedida ?de la presidenta- con la fuerza fundadora de lo inaugural. Cristina Kirchner disfrutó ayer de la apertura de una obra que la obsesionó desde el inicio del ciclo kirchnerista, en 2003. "La infraestructura cultural ?que aportó el kirchnerismo en la última década- tiene que ver con los logros económicos", advirtió la presidenta. Refiriendo a un principio básico de la historia de todos los pueblos: no hay cultura sin excedente.
"Cuando el país sobrevivía con la economía del trueque no había producción cultural, sólo comer para sobrevivir", recordó CFK de una Argentina que sucedió ayer nomás.
La presidenta llegó justo a las seis de la tarde al viejo Palacio del que desde el exterior puede apreciarse su fachada original, pero que en su interior fue restaurado integralmente aunque respetando sus fundamentos constructivos: había sido declarado Monumento Histórico Nacional en 1997.
La obra que se inauguró ayer, y que el próximo domingo 24 contará con una actuación de prueba de la Sinfónica Nacional, tocando el Himno en la "Ballena azul" (sala principal), todavía requerirá de terminaciones en varios sectores. "Todos estos lugares se inauguran, y luego se van completando algunos trabajos", avisó la presidenta en su discurso de casi 30 minutos por cadena nacional. En el mismo sentido, abundó la ministra de Cultura, Teresa Parodi, minutos después del discurso de CFK: "Iremos probando y ajustando muchas cosas. Se hizo un trabajo gigantesco pero todavía nos queda otro tanto", dijo la cantante del litoral, que además reconoció, "cuando me subí al escenario volví por un momento a la artista, pero con todo el trabajo maravilloso que tengo en esta etapa realmente no se me ocurre volver a cantar".
Fiesta de inauguración. El acto fue una fiesta de inauguración; todo el mundo cultural kirchnerista participó. Además de la totalidad de funcionarios nacionales, no faltaron artistas e intelectuales de todos los rubros.
"Se trata del máximo emblema de la década, el mayor logro. Hay que recordar que la derrota de los años 90 fue mucho más que económica, política y social; fue una derrota cultural. Con la inauguración del Centro Cultural Néstor Kirchner estamos revirtiendo justamente esa derrota", analizó una avezado intelectual kirchnerista, sin ningún cargo en el gobierno nacional.
La presidenta fue secundada por el ministro de Planificación, Julio De Vido, y por la mencionada Teresa Parodi. El arquitecto y ministro de Planificación Federal, que está desde primer día del gobierno de Néstor Kirchner, fue quien condujo el emprendimiento. "Es más difícil restaurar que construir a nuevo", le concedió Cristina a De Vido. La máxima de todo arquitecto fue recogida por la presidenta, para explicar las dificultades de una obra que se inició en 2010 y que con algunos retrasos llegó hasta hoy.