No le endilgaron los ataques seriales atribuidos al Loco de la Escopeta, pero sí
haber disparado un escopetazo contra un colectivo urbano como en decenas de casos registrados en
Rosario desde 1998. La Cámara Penal confirmó la pena a 7 años de prisión impuesta a Lino Bertuzzi
por destrozar a perdigonadas la ventanilla de un 107 en el viaducto Avellaneda. Según el fallo lo
hizo con la complicidad de su hermano Alberto, quien no recibió pena porque fue declarado
inimputable.
La sentencia de la Cámara convalidó un trámite penal donde estuvo muy
controvertida la prueba policial que complicó a los Bertuzzi. Los jueces de la Sala II la
respaldaron: para ellos hay certeza de que el 23 de mayo de 2005, a las 16.45, Lino disparó con una
escopeta calibre 12.70 al lateral izquierdo del 107. Lo hizo, según la imputación, desde su camión
Mercedes Benz 608 rojo y blanco, acompañado por su hermano. El disparo provocó el estallido de un
vidrio y heridas leves a una pasajera.
En el fallo condenatorio el juez de Sentencia Antonio Ramos había aclarado que
no existían elementos para vincular a los imputados con la figura del Loco de la Escopeta, el
supuesto tirador serial al que se atribuyen múltiples disparos a colectivos en la última
década.
¿Tirador serial? La Cámara tampoco le adjudicó serialidad al accionar de los
Bertuzzi, pero fue un poco más lejos al señalar que las armas halladas en su casa "habrían sido
utilizadas para cometer graves atentados a la integridad física de los ciudadanos, arribándose al
menos en una de las causas (la presente) a una declaración de certeza" de su responsabilidad.
Los hermanos ya fueron investigados por el ataque a un 131 que en abril de 2003
provocó la muerte de Florencia Rubino, de 13 años, y por otro atentado contra un 121 ocurrido el
mismo año en Echesortu. En ambos casos fueron desligados por falta de evidencia consistente.
La primera acusación que afrontaron, por el ataque al 107, fue la única que
prosperó. Los detuvieron porque el chofer vio pasar por la mano contraria un camión como el que
ellos usaban como fleteros de la empresa La Sevillanita. Con ese dato fue ron a buscarlos a su casa
de barrio Belgrano y allí encontraron una escopeta 12.70 con el caño y la culata recortados, un
pistolón calibre 14, una escopeta calibre 12, un revólver 32 y cartuchos de la misma marca y
calibre que el hallado en el viaducto.
"Un plan". La Cámara estimó ahora que incluso existió un "plan" por el cual el
mayor de los hermanos disparó contra el colectivo, con una "altísima probabilidad de poner en
peligro vidas humanas". El fallo no cierra la discusión sobre el caso porque los defensores Adrián
Ruiz y José Ferrara presentarán un recurso ante la Corte Suprema provincial. Consideran que se
violentó el debido proceso.
Lino, de 56 años, había sido condenado en febrero por tentativa de homicidio y
por la tenencia de las armas. Su hermano Alberto, de 52, desde su arresto en una clínica
psiquiátrica, fue declarado inimputable.
La sentencia fue apelada por Ferrara y Ruiz, quienes plantearon que los Bertuzzi
son inocentes y que la pesquisa policial se encaminó a incriminarlos.
Para la Cámara, sin embargo, se reunieron "elementos suficientes" para
considerar que Lino fue el autor del disparo al 107.
El dictamen fue emitido por los camaristas Juvencio Mestres y Ramón Ríos,
mientras que Adolfo Prunotto Laborde se abstuvo de opinar. Para el tribunal existen "múltiples
indicios" coherentes que involucran a los hermanos:
u La coincidencia entre las armas y cartuchos secuestrados a los imputados con
elementos hallados en el viaducto.
u El resultado positivo del dermotest practicado a Lino.
u El camión de los Bertuzzi es idéntico al que testigos vieron pasar por el
viaducto en sentido opuesto al 107.
u El hallazgo de rastros de disparos en la ventanilla del conductor del
camión.
u Una pericia de Gendarmería dictaminó factible que el disparo partiera de un
camión.
Ante estos indicios, los jueces concluyeron que la pena no debe reducirse por el
"generalizado peligro social" del accionar imputado a Lino.