Está muy de moda una propaganda de un conocido desodorante donde se da la contradicción entre lo que piensa un muchacho y lo que dice a una chica en realidad. La misma deja entrever, más allá de verdades y mentiras, la delgada línea que separa ser fiel o bien desmitifica si es real o posible la amistad entre el hombre y la mujer. Creo que en sí hay un poco de hipocresía de ambas partes. ¿Por qué la fidelidad, como tal, existe? Quien me diga que alguna vez no halla mirado a un hombre equis o una mujer equis (no sé si lindo o feo pero que nos llame la atención) creo que miente. Es una infidelidad naif (digamos tonta), dura segundos, no tiene intención de nada, pero en ese instante quien esté al lado nuestro deja de existir y aquella fidelidad por la cual nos rasgamos las vestiduras se va al demonio. Y aquel que jura amistad eterna, no le va mejor, ese que va más lejos que ofrece su hombro en caso de lágrimas; porque uno conoce un secreto que nadie sabe y por ahí se le chifla el moño y cree que la solución de la vida, es él o ella (según el caso que sea), que su amor la va a salvar de todo. Lo más triste es que quizás aquel a quien usted le ofreció su "amistad" ni se enteró que ya está, se terminó hace mucho tiempo. Es que para colmo de males usted la viene peleando de antemano desde hace mucho o acaso le cae simpático cuando viene su pareja y le dice te presento un amigo/a y es del mismo sexo que el suyo.