El mundo aún no ha visto una forma del letal virus de la gripe aviaria que pueda expandirse fácilmente entre las personas y pueda causar un brote a nivel global, pero eso no significa que eso no sucederá, dijeron ayer científicos.
El mundo aún no ha visto una forma del letal virus de la gripe aviaria que pueda expandirse fácilmente entre las personas y pueda causar un brote a nivel global, pero eso no significa que eso no sucederá, dijeron ayer científicos.
Tras estudiar 15 años datos sobre virus de la gripe en estado silvestre, los investigadores dijeron que algunas cepas ya estaban a mitad de camino en la adquisición de una serie de mutaciones necesarias para virar hacia una forma que podría provocar una pandemia humana devastadora.
"El resto (...) de las mutaciones podría evolucionar en un único huésped humano, haciendo que un virus se convierta naturalmente en una amenaza potencialmente grave", dijo a periodistas Derek Smith, de la Universidad de Cambridge, en Gran Bretaña, quien dirigió el estudio.
Actualmente, la gripe aviaria —o H5N1— puede transmitirse entre las aves y de las aves a los humanos, pero no de una persona a otra. Cuando pasa de las aves a los seres humanos, suele resultar letal.
Dos estudios previos de investigadores de Estados Unidos y Europa hallaron que con apenas cinco mutaciones, la gripe aviaria H5N1 puede volverse transmisible por vía aérea entre los mamíferos, incluido posiblemente el contagio de persona a persona.
El trabajo fue altamente controvertido porque los científicos manipularon los virus en el laboratorio para producir las nuevas cepas mutadas.
Ya están aquí. Hasta ahora, los expertos no estaban seguros de si era posible que esas mismas mutaciones pudieran evolucionar en la naturaleza.
Pero el coinvestigador de Smith Colin Russell indicó que su estudio, publicado ayer en la revista Science, mostró que sí.
"Virus que tienen dos de esas mutaciones ya son comunes en las aves, lo que implica que hay virus que sólo tendrían que adquirir tres variaciones adicionales más en un humano para volverse transmisibles por vía aérea", dijo Russell.
Hasta el momento, el virus H5N1, que fue detectado por primera vez en Hong Kong en 1997, ha infectado a decenas de millones de patos, gansos, pollos y otras aves. Las personas que han contraído la infección -por el momento 606, de las cuales 357 murieron- en su mayoría estuvieron en contacto con las aves.
El año pasado, equipos dirigidos por Ron Fouchier, del Centro Médico Erasmus, y por Yoshihiro Kawaoka, de la Universidad de Wisconsin, en los Estados Unidos, lograron crear versiones de laboratorio del virus que se expandían como la gripe común entre los mamíferos. Este tipo de investigación es considerado vital para los científicos que trabajan en el desarrollo de vacunas, test de diagnóstico y medicamentos antivirales que podrían ser necesarios en el caso de una pandemia de H5N1.
Pero críticos señalaron que ese tipo de trabajo podría ser mal utilizado por terroristas o que el virus podría de alguna manera escapar del laboratorio y diseminarse, lo que generó una disputa internacional sobre la difusión de los dos artículos y demoró sus publicaciones.
Smith relacionó la actual posición de los científicos sobre la posibilidad de una pandemia humana de H5N1 con la de los investigadores que tratan de predecir un terremoto.
"Ahora sabemos que estamos viviendo en una falla geológica", dijo. "Y lo que hemos descubierto en este trabajo en colaboración con Fouchier y Kawaoka es que hay una falla geológica activa. Realmente podría hacer algo. No vemos ningún obstáculo fundamental para que eso suceda", agregó. No obstante, dijo que es imposible evaluar el riesgo exacto. "Sabemos que está entre las posibilidades (...) y que lo que es necesario hacer ahora es evaluar el riesgo más precisamente", indicó.
En un segundo estudio sobre H5N1 publicado ayer por Science como parte de una serie sobre influenza aviaria, Rino Rappuoli, investigador de una unidad de vacunas y herramientas de diagnóstico del laboratorio suizo Novartis, en Italia, explicó cómo el mundo podría prepararse mejor para una potencial pandemia de gripe aviaria.
Entre los pasos más importantes, estaría inmunizar a la mayor cantidad posible de personas con las vacunas existentes contra la cepa H5N1, con el propósito de proteger sus sistemas inmunes y reducir la severidad de la enfermedad en caso de que surja una pandemia.
También sería necesario asegurar que los fabricantes puedan crear amplias cantidades de vacunas pandémicas rápidamente, compartiendo cepas y conocimiento científico velozmente en todo el mundo. l (Reuters y AP)