Una semana después del devastador terremoto que sacudió el centro de Italia, las autoridades cesaron ayer la búsqueda de supervivientes y fijaron el número oficial de muertos en 294.

Una semana después del devastador terremoto que sacudió el centro de Italia, las autoridades cesaron ayer la búsqueda de supervivientes y fijaron el número oficial de muertos en 294.
Un hombre de 59 años que murió en un hospital anteanoche fue la víctima más reciente del sismo, que destruyó numerosas localidades de la región de Abruzzo el pasado lunes.
Ayer a la mañana habían sido hallados todos los desaparecidos, pero las autoridades indicaron que no pueden descartar que haya aún más personas enterradas bajo los escombros de la capital regional, L’Aquila, y otras localidades.
Una mujer de 20 años rescatada el miércoles fue la última persona que fue salvada.
Una Pascua triste.Ayer los afectados celebraron un triste Domingo de Pascua, aliviado sólo en parte por la ola de ayuda recibida desde el resto de Italia. En los 32 campamentos de tiendas de campaña donde se albergan hubo regalos, entre ellos colombas de Pascua, un pastel con forma de paloma.
El Papa Benedicto XVI envió además 500 huevos de Pascua para los niños. En los campamentos se levantaron pequeños altares y se llevaron a la zona asimismo 500 corderos para una comida en conmemoración de la resurrección de Cristo.
"Es Pascua para nosotros, pese a la tragedia y los escombros del terremoto", señaló el arzobispo de L’Aquila, Giuseppe Molinari, a cientos de creyentes reunidos para la misa en una tienda de plástico en el principal campamento a las afueras del centro de la ciudad.
"La resurrección de Cristo es también la resurrección de L’Aquila", añadió. En los campamentos hay unas 18 mil personas, pero otras mil se sumaron ayer debido a las constantes réplicas. No sólo se encuentran allí los que perdieron sus casas, sino también aquellos cuyos hogares aún deben ser revisados por expertos para garantizar su estabilidad. "Los sacaremos pronto de las tiendas", prometió el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Ayer volvió a viajar a L’Aquila para participar en una misa. Tras las primeras medidas de auxilio el gobierno de Roma quiere apoyar la reconstrucción esta semana con un decreto.
La fiscalía está investigando contra desconocidos por posibles fraudes en la construcción, en vista de que muchas viviendas nuevas se derrumbaron, pese a que en teoría debían reunir una serie de medidas de seguridad en una zona altamente sísmica. También quiere proteger la reconstrucción de la intromisión de la mafia.
"Estamos en contacto con los colegas antimafia a nivel nacional", dijo el fiscal Alfredo Rossini, ya que "la reconstrucción de las zonas afectadas podría despertar el apetito de la mafia". l (DPA)



Por Martín Stoianovich
