Siguiendo el rastro de un Volkswagen Bora robado el sábado pasado en barrio Azcuénaga, la policía allanó ayer una modesta casa ubicada en Jean Jaures al 5200, en la zona sudoeste de la ciudad, y se topó con un depósito de autopartes ilegales. En dos habitaciones y en un patio trasero había al menos 500 piezas de una veintena de marcas y modelos diferentes de autos. Entre lo incautado se hallaron las piezas del Bora que se había ido a buscar y que estaba completamente desarmado, además de puertas, capós, torpedos, airbags, cinturones de seguridad, trenes delanteros y traseros, sistemas de frenos y amortiguación y hasta algunas computadoras para vehículos.
Dos modestas viviendas se erigen sobre calle Jean Jaures (paralela a Garay) y se identifican con las numeraciones catastrales 5226 y 5224. Es en el barrio Moderno, un sector de clase media trabajadora al sudoeste de la ciudad. Una de las casas tiene un portón de garaje color negro que no llama la atención. Pero de la puerta hacia adentro, la vivienda era en realidad un depósito de autopartes ilegales perfectamente acomodadas y clasificadas en estanterías de madera (ver aparte).
Las autopartes estaban ubicadas en dos habitaciones de 3,5 metros de lado y donde debía haber camas había desde puertas hasta trenes traseros de autos de gama media y alta. "Todo esto comenzó con una investigación de la comisaría 6ª por el robo de un Volkswagen Bora ocurrido el sábado en Valparaíso al 1100. Con información de calle (para le jerga, datos de un buche) que consiguió la brigada de la seccional 6ª se llegó hasta este domicilio. El dato era que acá estaba el Bora robado", explicó ayer al mediodía el comisario inspector Claudio Peralta.
"Como la casa estaba cerrada se pidió autorización al juez de Instrucción en turno y se irrumpió con ayuda de un cerrajero. Entonces nos topamos con las autopartes. Entre lo secuestrado está la mayoría de las partes del auto que vinimos a buscar", agregó el oficial de la policía rosarina mientras a su alrededor los pesquisas acomodaban las autopartes halladas tapizando media cuadra de calle Jean Jaures, entre Matienzo y Camilo Aldao, con puertas delanteras y traseras de autos de todos los modelos y colores.
Mercado negro. El mercado ilegal de autopartes está íntimamente relacionado con el robo de autos y compite mano a mano con el legal, aunque le gana la pulseada por el abaratamiento en la compra de los repuestos. La propia ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, expuso reiteradamente su preocupación por esta variable delictiva: "Una de las preocupaciones del Ministerio de Seguridad de la Nación siempre ha sido el robo y el hurto automotor porque es un delito bastante generalizado y en los últimos tiempos han aumentado las dosis de violencia y el riesgo de las personas robadas. En algunos casos, los hechos han terminado con la muerte del propietario del vehículo que se pretendía robar", dijo la funcionaria.
Otra postal de la realidad es que el robo de vehículos caros o de alta gama tiene incidencia directa en la violencia con la que se cometen los delitos. Ocurre que los mecanismos de seguridad de los autos nuevos impiden levantarlos (robarlos en la calle cuando su conductor está ausente) con un puente en el encedido o una ganzúa, como sí se puede hacer con los modelos antiguos. Con los de fabricación más reciente son imprescindibles las llaves computarizadas o tarjetas de arranque por lo que, en general, los robos exigen que el delincuente tome contacto con el propietario, algo que estimula las modalidades violentas.
Profesionales. El sábado último un vecino de barrio Azcuénaga dejó estacionado su Volkswagen Bora color gris en Valparaiso al 1100. Cuando regresó, el auto ya no estaba. Se lo habían robado. La denuncia quedó radicada en la comisaría 6ª y seis días más tarde el Bora, con un valor estimativo para el usado de 120 mil pesos, estaba prolijamente desguazado en un cuarto de la casa de Jean Jaures al 5200. Toda la carrocería, a excepción del techo, estaba desplegada como para armar un rompecabezas: las cuatro puertas, el torpedo y los gardabarros.
"El que desguazó este auto conoce, es un profesional muy prolijo. Está desarmado sin que haya nada violentado. Lo que no hay en este lugar son aupartes producto de cortes, como son los techos, que es otra cosa en la que se ve la prolijidad del que desguaza. Tampoco había motores ni butacas, y mucho menos patentes. Todo esto lo han desarmado en otro lugar y lo trajeron a esta casa que funcionaba como depósito", explicó un vocero de la pesquisa.
A simple vista, sobre la vereda y a lo largo de media cuadra los policías acomodaron unas 500 autopartes de mediana y alta gama. Había piezas de Volkswagen Sharam, Gol, Golf, Vento (modelo del que más autopartes había) y Suran; también de la marca Ford en sus modelos Ranger, Mondeo y EcoSport. De Peugeot se encontraron piezas 307, 308 (en el mismo estado del Bora robado en la 6ª) y 607. También había Chevrolet Blazer y Classics; Land Rover Freelander y 416, Kia, Alfa Romeo, Hyundai Galloper, Toyota Corolla, Daewoo Musso, Jeep Cherokee, Honda Accord, Citroën C3 y Mitsubishi Lancer. Todo perfectamente clasificado por marca y modelo. También había algunas computadoras ECU (Electronic Control Unit o Engine Control Unit) de los autos, airbags de diferentes modelos, trenes delanteros y traseros y sistemas de frenos y amortiguación, torpedos delanteros, espejos retrovisores y exteriores y sistemas de aire acondicionado y de calefacción.
¿De dónde provienen esos autos? El VW Bora es el robado el sábado y el resto se sabrá cuando los pesquisas de la sección Sustracción de Automotores crucen la información recabada ayer en el lugar con las denuncias de autos robados en Rosario en los últimos tiempos.
¿Cuánto cobra un ladrón de autos? "Hay mucha fantasía de que a los ladrones de autos les dan fortunas por lo que roban. Un auto robado, que no lo hayan buscado para hacer un hecho (cometer un delito) puede estar entre los 3 mil pesos y los 4 mil muy bien pago. Y a lo mejor vos chocaste, tenés que comprar una puerta para tu auto y estos tipos (los reducidores) te piden 3 mil por la puerta. Acá el que hace fortuna es el que reduce", explicó la fuente. Todo lo secuestrado quedó a disposición del juez de Instrucción Javier Beltramone. La investigación, una verdadera caja de pandora, continúa abierta. Además de las autopartes, otra de las inógnitas es de quién la propiedad allanada y dónde se cortaban los autos.