Luego del desplazamiento del titular de la comisaría 13ª, las autoridades cumplieron la promesa de realizar una saturación policial en la zona. Ayer, los vecinos pudieron observar la presencia de numerosas patrullas que recorrieron el barrio en busca de transmitir una sensación más palpable y fluída de seguridad, luego del cambio de comisario.
La salida del subcomisario David Jaime de la comisaría 13ª se enmarcó en una decisión de las autoridades policiales de rotar a los funcionarios para evitar situaciones de presión y tensión, un escenario que se repetía en las calles del barrio Bella Vista.
Evidentemente, la intención fue oxigenar la seccional, y optimizar de mejor manera los recursos. Y en esa dirección parece que se van a seguir construyendo los próximos pasos de los nuevos responsables del área.
Debido a la gran cantidad de críticas que efectuaron los vecinos, que incluso llegaron a replicarse en la comisión de Seguridad del Concejo Municipal, el jefe de la Policía tomó la drástica determinación de correr al comisario, a quien marcaban como responsable del mal accionar de la fuerza en esa zona.
Fue dentro del barrio Bella Vista que en las últimas tres semanas asesinaron a un arquitecto a plena luz del día, hirieron a un policía, balearon el frente de la casa de la abuela de Maxi Rodríguez, y también casi linchan a un ladrón ante la demora del patrullero.
Teniendo en cuenta este panorama de bronca, necesidades, angustias y reclamos, la cúpula policial anunció que habrá “saturación policial”, refuerzo de efectivos y dos móviles más en la zona.
Y ayer, al menos, se pudo comprobar la mayor afluencia de móviles policiales.
Desde ayer se hizo cargo de la seccional del barrio Bella Vista el comisario principal Marcos Galigani, quien provino de la Agrupación Cuerpos.
En sus primeras horas al mando de la comisaría (de calle San Nicolás al 2000), Galigani entendió que debe tener en cuenta los reiterados hechos de violencia denunciados por los vecinos, que por otra parte son de público conocimiento. Por eso, según sus colaboradores, está analizando estrategias para hacer hincapié en al labor preventiva.
De acuerdo a la opinión de sus superiores, por su experiencia, está en condiciones hacerle frente a una zona conflictiva y de brindarle respuestas concretas a la población.
En relación a los movimientos iniciales de su gestión, el comisario comenzó recorriendo el barrio, dialogando más de cerca con los habitantes del barrio y rediagramando los siguientes operativos. Incluso se mostró decididamente predispuesto a agendar encuentros con vecinos y referentes sociales de la zona.
Vale recordar que la seguidilla de hechos violentos que atormentó al barrio Bella Vista comenzó el 21 de agosto, con un policía herido por arma de fuego en Castellanos y Presidente Perón. Sólo tres días después, dos asaltantes asesinaron crudamente al arquitecto Sandro Procopio, en Cerrito al 3600. Luego, en Viamonte al 3400, un empresario resistió una entradera. Y también fue baleado el portón de la vivienda de la abuela de Maxi Rodríguez, en Iriondo al 2400. Todos estos sucesos se verificaron en un radio no mayor a 600 metros de la criticada comisaría.