El gobierno nacional sigue convencido de que la suba de gasto público no afecta la economía. En los primeros ocho meses del año el gasto creció el 46,5% anual. El gasto que más crece es el déficit de empresas públicas que aumentó a $ 18.283 millones (Aerolíneas Argentinas incluida), incrementándose un 208% anual.
En seguridad social se gastan $ 222.476 millones, y en transferencias privadas (subsidios a energía, combustible y transporte) $ 147.498 millones, ambas partidas representan el 55,8% de todo el presupuesto nacional.
En gastos de capital, que representan obras de infraestructura, se gastan $ 82.683 millones, sólo el 11,8% de todo lo presupuestado. A este ritmo la luz se seguirá cortando, las rutas estarán destrozadas y las inundaciones no pasarán desapercibidas. La nafta y el gasoil zafan, porque aumentaron tanto que ya se consume menos.
La balanza comercial con el exterior suma un resultado positivo de u$s 5.791 millones, esto solo se sostiene porque el Estado nacional tiene impedidas importaciones por u$s 5.000 millones.
En materia energética, en 9 meses del año 2013 se importó por un total de u$s 9.577 millones, este año se importó por un total de u$s 8.901 millones, una caída del 7,1% anual, no es por una mejora de la producción interna, es caída de actividad económica.
La recaudación del mes de octubre fue muy buena, se incrementó en un 40,8% anual, pero el acumulado de 9 meses crece el 35,3% anual, menos que la inflación anual del 40%.
Los impuestos que dinamizan el crecimiento son ganancias, comercio exterior y combustibles. Se siente la caída de actividad en IVA, impuesto al cheque y seguridad social. El empleo está en la mira de la sociedad, cada día que pasa se hacen menos aportes patronales.
Por el lado del Banco Central de la República Argentina (BCRA), las reservas treparon a los u$s 28.000 millones, gracias al swap que llegó de China; se espera un desembarco de u$s 650 millones del Banco de Francia; y los dólares provenientes de la adquisición de licencias 3G y 4G que ascendería a más de u$s 1.500 millones, que se integrarían con Boden 2015, esto le daría credibilidad al gobierno, ya que estaría dando por sentado que el bono se pagará.
No está muy claro que pasará con los bonistas en litigio. Sin embargo, el gobierno se divide entre decir que pagará y no pagará. Los mercados descuentan que el año próximo se normalizaran las relaciones financieras de Argentina con el mundo. Esto le debería dar un impulso alcista a los bonos locales, más aún los nominados en dólares.
Los bancos siguen ofreciendo tasas poco atractivas, para una inflación que llega al 40% anual. El financiamiento es cada vez más escaso, y ya no crece a los niveles del año 2013.
Los grandes interrogantes se irán descubriendo en los próximos 60 días, a saber:
• Los datos económicos que se conozcan en Estados Unidos permitirán presagiar si finalmente en el año 2015 subirá o no la tasa de interés. Nuestro pronóstico es que la tasa de interés tendrá un recorrido alcista, que afectará a la cotización de las materias primas, y generará una devaluación de las monedas de países emergentes.
• Brasil deberá definir quien tomará las riendas económicas del país. Petrobras es la empresa más importante de Brasil, y no podrá seguir subsidiando el combustible, un cambio de precios relativos muy importante operarán en el país vecino.
• Argentina irá definiendo en enero si paga o no las deudas con los fondos en litigio.
CONCLUSION. El mundo no juega a favor de la Argentina. El dólar emerge como una moneda fuerte, y los países latinoamericanos sufrirán fuertes depreciaciones monetarias. En principio, por la caída de los productos que exportan, y que le generarán un menor ingreso de capitales, por otro lado, no se podrán financiar a tasas bajas. La hora del ajuste llego a la región.
El gobierno argentino pregona el no ajuste, cuando tiene déficit fiscal, emite moneda sin respaldo, y sus reservas son muy escasas. Un coctel que nos acompañó en los últimos años y que siempre terminó en devaluación.
El dólar oficial cotizaba en $4 en el año 2011, y había un solo dólar. Hoy cotiza en $ 8,50 el oficial y $ 14 el blue. Hoy el mercado se pregunta ¿Hasta dónde baja el blue?, nosotros decimos ¡Qué barato que está el blue! Con un dólar blue en baja, bonos y acciones se deprimen, ¿que se gana bajando el dólar blue, cuando la mayoría de los argentinos ahorran en dicha moneda?.
Quien vio el dólar blue a $ 16 no desea cambiarlo a $ 13,50. Otra vez se caen las ventas, solo una recuperación del blue activará compras de automóviles y propiedades. Aunque muchos lo nieguen, los argentinos ahorran en dólares, pese a quien le pese. Por algo no ahorran en pesos, por más que Kicillof diga que la inflación no existe.