Gustavo Alfaro sabe que ante Banfield está en juego su pellejo pese al espaldarazo dirigencial que recibió luego de la derrota contra Colón. El entrenador de Central conoce muy bien el paño en el que se jugará su continuidad. Por eso adelantó con palabras que el equipo del viernes sufrirá un zarandeo de variantes y ayer actuó en consecuencia. En el trabajo táctico a puertas cerradas en el country de Arroyo Seco paró a una formación con dos cambios nominales y otras posicionales con relación a la que cayó en Santa Fe. El conductor canalla sorprendió por partida doble. Porque sacó del equipo a un referente como Walter Ribonetto y en su lugar incluyó al juvenil Guillermo Burdisso (20 años), quien haría su debut en la primera auriazul. En el medio ubicó a Omar Zarif por el expulsado Jesús Méndez. Y en lo referente a la distribución táctica del medio, Ezequiel fue un enganche definido y Choy González se desempeñó como ladero de Caraglio.