El Ejecutivo alemán aprobó ayer el envío de soldados para luchar contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI), en una de las misiones más delicadas en la historia del ejército alemán. Alemania luchará con hasta 1.200 soldados contra el autoproclamado Estado Islámico. En concreto, apoyará los ataques aéreos contra el EI en Siria e Irak. Tras la aprobación en el gabinete del gobierno de Angela Merkel, la decisión deberá pasar ahora por el Bundestag (Cámara baja). Sin embargo, la votación se considera un puro trámite ya que el gobierno de coalición —formado entre la Unión Cristianodemócrata (CDU), Cristianosocial (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD)— cuenta con mayoría en la Cámara. De momento no está claro si los diputados podrán reunirse ya esta semana para dar luz verde a la misión alemana en respuesta a la solidaridad reclamada por Francia tras los atentados de París del 13 de noviembre, donde murieron 130 personas. La fracción parlamentaria de La Izquierda está en contra de la misión. Mientras, entre los diputados de Los Verdes existen muchas preocupaciones.
La participación del ejército alemán será en principio por un año. Esta limitación es normal. Si el gobierno quiere ampliar la misión más allá del 31 de diciembre de 2016, el Bundestag deberá votar de nuevo. Asimismo, el costo inicial previsto asciende a 134 millones de euros.
El ejército alemán participará en los ataques contra el EI en Siria e Irak con aviones de combate de reconocimiento del tipo Tornado, un buque de guerra para proteger a un portaaviones francés, Charles de Gaulle, un avión cisterna y un sistema de reconocimiento satelital.
Los entre cuatro o seis aviones de combate de reconocimiento del tipo Tornado y el avión cisterna se ubicarán en la base de Incirlik, en el sur de Turquía, donde se prevé que lleguen antes de Navidad, de acuerdo con datos oficiales. Los tornados podrían empezar ya con sus vuelos de reconocimiento en enero. Esta misión desató los miedos entre la población. Una gran mayoría de los alemanes teme un incremento del peligro terrorista en el país tras la decisión del gobierno de enviar al ejército alemán para luchar contra el EI, según el sondeo del instituto de demoscopia YouGova. En concreto, un 71 por ciento de alemanes cree que existe una mayor amenaza ahora, frente al 18 por ciento que piensa que no pasará nada. A pesar del miedo a que se produzcan atentados como los de París, un 45 por ciento se muestra a favor de esta misión, frente al 39 por ciento que se declara en contra.
Aprestos británicos. En tanto, el gobierno del premier británico, el conservador David Cameron, presentó ayer en la Cámara de los Comunes un pedido de autorización para lanzar ataques aéreos en Siria contra el grupo islamista, que será votada hoy tras un debate de varias horas. El texto de la moción, más extenso de lo habitual, alude a lo que el Ejecutivo percibe como las principales inquietudes de los diputados y, entre otras cosas, afirma que la intervención militar no incluirá tropas de tierra y formará parte "de una estrategia más amplia para traer la paz y estabilidad" al país árabe. Cameron quiere sumarse a los bombardeos en Siria encabezados por Estados Unidos, que ya fueron rechazados por el Parlamento de Londres en 2013 EM_DASHsolo están autorizados en IrakEM_DASH, pero hasta ahora no estaba seguro de obtener la mayoría parlamentaria.
Prioridades. El presidente estadounidense Barack Obama, instó ayer a Turquía y Rusia a rebajar las tensiones por el derribo de un avión de combate ruso y a centrarse en la prioridad compartida de derrotar al EI. En un encuentro en París con su par turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente norteamericano reconoció que Turquía, un aliado de la Otán, tiene derecho a defenderse de agresiones y reiteró su compromiso con "la seguridad de Turquía y su soberanía". Sin embargo, también urgió a Ankara y a Moscú a "distender" la situación y a no dejar que el incidente los distraiga de la campaña militar contra el EI y de los esfuerzos para lograr una solución política a la cada vez más compleja guerra iniciada en ese país árabe en 2011. Erdogan aseguró que su país no está comprando petróleo a la milicia terrorista EI, negando así las acusaciones lanzadas al respecto por Putin. Turquía sólo compra crudo y gas de fuentes legales, como por ejemplo Rusia, dijo Erdogan.
Sanciones comerciales. No obstante, Rusia siguió adelante con las represalias por el derribo del SU-24, el 24 de noviembre, y dio a conocer ayer la lista de sanciones que estableció contra Turquía, que van desde el restablecimiento del visado a la prohibición para el ingreso de ciertos alimentos. A partir del 1º de enero de 2016 no se podrá importar pollo, pavo, tomates, naranjas, uvas y sal desde Turquía, entre otros. Además, desde esa fecha se restablecerá el visado para viajar de un país a otro. La libre circulación entre ambos entró en vigor en abril de 2011 y era utilizada sobre todo por turistas. Cuatro millones de rusos viajaban anualmente a Turquía en el último tiempo. Rusia suspendió ahora todos los vuelos chárter con Turquía.